redacción / toledo
Es uno de los objetivos que tiene grabado casi a fuego el alcalde de Novés: que la Semana Santa de su localidad sea reconocida con el título de Interés Turístico Regional.
Y en este empeño han trabajado hasta en agosto -mes inhábil a muchos efectos administrativos-, porque ha sido a finales de este mes cuando han entregado la documentación necesaria en la Consejería de Educación y Cultura. Y además han aprovechado la profusión de documentación que acredita «la singularidad» de esta Semana Santa para solicitar también la declaración de la misma como Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial.
«Reunimos todas las condiciones», sostiene con firmeza el alcalde, José Hernández. «Antigüedad, tradiciones, bulas papales, hermanamiento con cofradías de Roma, Lignum Crucis...y una seña de identidad como el vestuario que tiene que ver con los tercios de flandes», recita el alcalde para asentar la categoría de su Semana Santa.
Así las cosas, y una vez que ya han culminado con el proceso de elaboración del expediente, confían en recibir una respuesta, positiva, por supuesto, en los próximos meses. No obstante, sabedor del ritmo burocrático que preside este tipo de iniciativas, el alcalde de Novés no confía en poder celebrar la Semana Santa de 2020 con su nuevo reconocimiento.
Una de las últimas acciones de promoción que realizó el Consistorio fue en Toledo capital el pasado mes de abril. En ella, el regidor novesano destacó los más de 500 años de historia acreditada de esta Semana Santa, entre otras muchas cualidades.
Por su parte, el presidente de la Junta de Cofradías de la localidad, Ángel Luis López Pérez, resaltó que los actos de la Semana Santa novesana destacan por ser un «catecismo viviente» gracias a la «plasticidad de las procesiones» y la belleza de las imágenes.
En cuanto a la documentación histórica que forma parte del expediente, han contado con el trabajo de Juan José López de la Fuente y Francisco Javier Fuentes Fernández. En sus investigaciones han datado la creación de las cofradías novesanas entre los siglos XVI y XVIII y subrayan que se ha ido desarrollando a lo largo de este tiempo una importante imaginería y consolidando una colorida vestimenta de sus miembros, creando con ello un bello espectáculo visual con sus procesiones.