Bravo pide a Page que «dé ejemplo», liquide su deuda, o se aparte de la Presidencia

Susana Jiménez/Toledo
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El vicepresidente de la Diputación de Toledo, Emilio Bravo, pedía ayer al presidente del Consorcio y alcalde de la ciudad, Emiliano García-Page, que «dé ejemplo» liquidando la deuda que el Ayuntamiento mantiene con el Órgano de  Gestión del Real Patronato de la Ciudad de Toledo, y en caso de no hacerlo, «se aparte de la Presidencia».

Un planteamiento que ya hacía público hace unos días el presidente de la Diputación Provincial, Arturo García-Tizón, en cuya representación acudía ayer, tanto a la Comisión Ejecutiva como al Consejo de Administración del Consorcio, Emilio Bravo quien trasladaba de forma directa esta petición a García-Page.

Según explicaba el vicepresidente de la Diputación en declaraciones a La Tribuna, en ambas reuniones puso de manifiesto la necesidad de «dar ejemplo» por parte del presidente del Consorcio y alcalde de Toledo,  y que «si se compromete a realizar una aportación», la haga, y no sólo se dedique a inaugurar todas las actuaciones realizadas desde este órgano.

Por ello, subrayaba, «le he pedido que hasta que no liquide la deuda» que tiene el Ayuntamiento de Toledo con el Consorcio, «se aparte de la Presidencia».

Un planteamiento al que, según Bravo, el regidor toledano respondía echando balones fuera, sacando a relucir la deuda que mantiene la Junta de Comunidades con el Ayuntamiento capitalino. Una cuestión, apuntaba por su parte el vicepresidente de la Diputación, «cuyo debate se puede realizar en otros foros», y no cuando se aborda la aprobación del presupuesto 2013 del Consorcio.

«incoherencia». También se refería a este asunto el secretario provincial del PSOE, Álvaro Guitérrez, quien preguntado por este planteamiento realizado por los ‘populares’ señalaba que «demuestra una vez más las incoherencias de los señores que gobiernan el PP».

Asimismo pedía a Cospedal y Tizón que se dediquen «a lo que tienen que dedicarse», que «dejen de mentir» y se dediquen a gobernar, así como que «se apliquen el cuento», y no pidan a los demás «lo que yo no hago conmigo».