Es el día más esperado por muchos. Este viernes se desarrolló en los jardines de la residencia y centro de día ‘Condesa Rocamartí’ la tradicional Fiesta del Verano de la Asociación provincial de Familias de personas con Discapacidad Intelectual y del Desarrollo (Apanas). Ha sido la fiesta de la gran familia de Apanas, considerando como la gran familia sus quinientos socios, sus trescientos cincuenta usuarios y más de cien trabajadores, pero también de la sociedad en su conjunto, que después de 54 años, quiere y reconoce la labor de esta ONG. «De una forma o de otra, va llegando a muchas personas, son muchas las actividades que se hacen muchos los servicios que se dan, y poco a poco cada vez lo conoce más gente», explicaba la presidenta de la entidad, Mar Azaña.

Este ha vuelto a ser, reconocía Azaña, un año más cargado de dificultades, cosas buenas y cosas menos buenas, una lucha llena de retos, pero también cosas que compartir.

Todo ha pasado ya, ayer fue la fiesta que marca el final de la temporada y el comienzo del verano. Se cierran todas las instalaciones, no todas, y en septiembre la Asociación volverá con fuerzas renovadas a trabajar al cien por cien. Las familias, usuarios y trabajadores, se unieron a las administraciones en un espacio ameno y agradable, en el que no faltó la música. Entre otras personalidades, estuvieron presentes la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, con varios de sus concejales, la viceconsejera de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia, Ana Saavedra, la nueva delegada provincial de Sanidad en Toledo, Prado Carretero y los líderes local y regional del PP, Claudia Alonso y Paco Núñez.

El reto de la vivienda. De cara al ejercicio que se iniciará en septiembre y venideros, quizás el gran reto sea la vivienda. En estos momentos, Apanas vive pendiente de dos proyectos concretos en este área, que Azaña espera que al menos en 2020 puedan estar terminados, y si no, al siguiente año. El primer de ellos en un proyecto de vivienda en área rural en Calera y Chozas, dado que Apanas también tiene talleres ocupacionales en el entorno rural. Se trata de viviendas con apoyos. También hay otro proyecto en la plaza de los Montalbanes, en dos viviendas que cedió la Diputación. Apunta Azaña que «se toma todo con mucha ilusión, porque el área residencial es de lo que más se demanda».