Lorenzo y sus Corpus

Dominguín
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La presencia del torero de la capital ha sido ininterrumpida desde su alternativa en 2016 en la corrida del Corpus, sumando cinco con su paseíllo del próximo domingo. Vuelve a su plaza tras un año ausente donde ha cuajado toros muy importantes

Álvaro Lorenzo vuelve a su plaza a mantener su alto nivel. - Foto: Dominguín

El torero de la capital es Álvaro Lorenzo, es en la actualidad el abanderado de ciudad imperial. Habitual es verle por sus calles, plazas, comercios hasta incluso entrenado en el coso de Mendigorría. Aunque sus viajes continuos el último año al campo, le han hecho prepararse a conciencia para la temporada taurina 2021, que todos esperan sea más beneficiosa para el sector.

Álvaro Lorenzo, que acaba de cumplir su quinto año como matador de toros, hace en el Corpus toledano su quinto paseíllo el domingo. El ser el torero de la capital, el estar apoderado por la casa Lozano y el gran momento en el que se encuentra, le ha hecho formar parte de las cartelerías desde su doctorado hasta 2019 de manera habitual. Ha sido nuestro exponente local con toreros como El Juli, Roca Rey, Morante de la Puebla, Manzanares, Talavante y Ponce. Cuatro paseíllos, cuatro salidas a hombros.

Tras el parón obligado del festejo del Corpus de 2020, vuelve a estar acartelado en la semana grande de su ciudad. Esta vez en una corrida de toros mixta de gran interés para los aficionados locales. Son dos toreros de la tierra que se las medirán ante toros de ‘El Cortijillo’, Eugenio de Mora y él. Ya han compartido dos carteles mano a mano muy interesantes tanto en Mora como en Borox, donde la amistad entre ambos se queda en el hotel, y una vez en el patio de cuadrillas el duelo se palpa en miradas, gestos y nervios. Si cabe más aún el día 6 es una revalidad, pues la plaza es la de la capital, el público se debatirá y repartirá entre ambos, o puede que apoye a los dos.

El convidado del duelo de toreros es otro paisano, el novillero Tomás Rufo. Una terna que tienen en común haber salido formados de la Escuela Taurina de Toledo, los tres llegaron al centro formativo de la Diputación de Toledo en épocas distintas, pero niños que tenían un sueño, el ser toreros. Y el destino les ha deparado el conformar el cartel taurino de toledanos cien por cien de la historia de la plaza de Toledo en el Corpus.

El torero nos ha transmitido que Toledo es su plaza, su enorme responsabilidad en esta tarde, donde los aficionados y amigos le esperan y quieren que triunfe. Esta exigencia le hace tener que estar a un alto nivel. Lorenzo sabe de la buena afición que hay en su ciudad y la que acude a los toros en fecha tan señalada, por lo que no puede bajar la guardia y darlo todo.

El formar parte de un cartel tan toledano le hace mucha ilusión al torero de la ciudad, por lo bonito del cartel, por compartir paseíllo con Eugenio de Mora, al que considera haber sido el referente taurino de la tierra, al que admira y quiere tomar su relevo como matador de toros.

Ante la cercanía de corrida Lorenzo admite los nervios y los miedos propios de estar acartelado, y que lo bonito es que comparten tarde tres toreros que son tres generaciones distintas en la tauromaquia provincial.

Nos reconoce Álvaro Lorenzo la intensa preparación que esta teniendo en el campo, y los pocos festejos que se están celebrando a día de hoy, en el que ya debían llevar un buen número de corridas de toros, pero los festejos taurinos no terminan de arrancar. Pese a estar todo el día toreando y toreando toros a puerta cerrada, cuesta la adaptación a las corridas de toros cuando pasa tanto tiempo entre festejos, con sensaciones distintas que hace rememorar cada vez que se enfunda el capote de paseo.

Su crédito en Toledo está intacto y sus seguidores deseosos de verle el domingo, de arroparle y que se sienta querido desde los tendidos, para poder desarrollar ese temple que tiene en sus muñecas. Será también un festejo distinto, pues será su primera corrida en Toledo sin tener a su lado a Pablo Lozano. Su apoderado desde que comenzó como novillero le ha marcado en todo, su forma de torear, de ver al toro, de estar en la plaza, de sentirse torero, en definitiva, le inculcó un camino que ha logrado asimilar y es hoy por hoy, el torero que Pablo Lozano soñó para Toledo.