La séptima asamblea general ordinaria de la Lonja Agropecuaria de Toledo evaluó hoy el mercado cerealista en este año, que ha deparado un precio por encima de las últimas campañas. En cambio, los ganaderos han visto un incremento extraordinario en el coste de producción por una subida del 35 por ciento en el precio de los piensos, entre otros encarecimientos como la electricidad o el combustible. «Está condicionando mucho a todo el sector ganadero», manifestó el ganadero y presidente de la Mesa de Precios, Javier Quero, porque la comida de los animales supone el coste fundamental de una ganadería, teniendo en cuenta que abunda en la provincia el bovino y el porcino

Los agricultores de la provincia han recogido 750.000 toneladas de producción, aunque con una superficie de siembre inferior a 2020, con un 3,5 por ciento menos. Por ejemplo, la cebada, el principal, ha bajado un seis por ciento la superficie y la producción.

El cerealista y representante de Asaja en la lonja, Marcial Rico, manifestó que el precio actual del cereal es bueno, pero el agricultor no se ha beneficiado porque la mayoría de los productores vendieron al principio de la campaña, entre junio y julio. «La buena subida no nos ha tocado. Les toca a los intermediarios, que han almacenado y son los que están funcionando», recalcó al respecto.

El coste de la semilla y del abono se ha incrementado, con el perjuicio económico para los cerealistas, que se une al incremento del agua y la electricidad. Y lleva aparejado como consecuencia que habrá previsiblemente una cosecha a la baja en 2022. «La producción va a ser mínima, aunque ojalá venga un año bueno (por el clima)», señaló por el ahorro de costes.

Los agricultores de las zonas menos fértiles de la provincia han dejado más superficie de barbecho en esta última sementera de octubre y noviembre. Los de mejores comarcas cerealistas han ahorrado en la aportación de nutrientes a la tierra.