El Villacañas cerró el año 2020 con un trabajado triunfo frente al Azuqueca, al que no logró batir hasta el minuto 81. Apoyado en sus centrocampistas y su gran dominio de balón, el equipo local consiguió llevarse los tres puntos gracias a un gol de Íñigo Pisón en el tramo final. La victoria permite soñar al conjunto de Las Pirámides y hunde un poco más a su rival.
Comenzó, no obstante, el cuadro alcarreño asomándose al área de Ángel: primero, con un remate inofensivo de Rangel; después, con un centro de Migallón despejado no sin dificultades por Juli Cacho. Fue un espejismo, porque poco más de diez minutos tardaron tanto Merchán como Álex González en apoderarse del esférico y comenzar a crear peligro. La opción más clara del equipo anfitrión fue una triple ocasión: Carballo inició la acción con un tiro desde la frontal; el rechace de Miguel Ángel le cayó a Ibou, que perdió también la partida ante el portero; y el último rebote le volvió a Carballo, cuyo disparo se habría colado en la portería de no ser por el despeje de Néstor.
Otro lanzamiento fuera de Merchán y un disparo desde la frontal de Godoy que hizo trabajar a Miguel Ángel presagiaron un primer gol local de manera inminente, pero los hombres de Sergio Rubio tiraron de orgullo para poner en problemas al Villacañas con un cabezazo de Rangel que salió fuera por poco y con un disparo de Migallón que obligó al meta local a despejar a córner. No hubo más hasta el descanso.
Tras la reanudación, a pesar del dominio del Villacañas, el cuadro visitante logró que bajara el ritmo de juego y esto propició que las llegadas a las áreas fueran menos frecuentes y peligrosas. De hecho, la primera acción destacable en el segundo acto no ocurrió hasta el minuto 73, cuando Godoy controló en carrera con el muslo un balón desde la banda y su tiro con la zurda se estrelló en el larguero. Fue la antesala del único tanto del partido: Loren Molinero, inmenso durante toda la tarde, robó un balón a la altura de su área e inició una combinación en la que participaron otros cuatro compañeros y que acabó con el centro raso de Chata y el gol de Íñigo Pisón.
El tanto dejó K.O. al Azuqueca, muy mermado en el apartado físico tras correr muchos kilómetros detrás del esférico. Tanto es así que no fue capaz de generar peligro alguno como reacción al gol del atacante vasco, y el desastre aumentó con la expulsión por roja directa de Néstor al derribar al autor de la diana cuando galopaba en solitario para hacer el segundo. El 1-0 permite al Villacañas soñar con hacer algo grande en esta atípica temporada.