Puertas violetas por la igualdad

M.G
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La cantante Rozalén y la directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Araceli Martínez, protagonizan una mesa redonda para hablar de igualdad, de micromachismos y violencia de género. Ambas hablan alto y claro sobre feminismo

Puertas violetas por la igualdad - Foto: Yolanda Lancha

Ayer se abrió «una puerta violeta» para encontrar la igualdad, esa libertad que todavía cojea, como dice una de las canciones más conocidas de la cantante Rozalén, que no se perdió el I Foro Ser Mujer, organizado por la emisora, para hablar  de micromachismos, de desigualdes, de políticas, de experiencias, de estrategias y de mensajes para el próximo 8 de marzo, un día muy significativo «que va ser más importante incluso que el del año pasado».

Rozalén cantó ‘La puerta violeta’ con su guitarra, pero también participó en un coloquio, junto a la directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Araceli Martínez, y explicó la importancia de conocer el origen de la lucha feminista para comprender el término, «sobre todo, ahora que algunos quieren cambiarlo», y hablar del tema «con mucho amor», diciendo lo que se piensa «con cariño porque el movimiento es así y únicamente con la caricia se consiguen las cosas».

La cantante albaceteña también habló de sus propias experiencias durante el coloquio celebrado en el Centro Cultural San Clemente. No ocultó que le dan pavor las alfombras rojas en los actos públicos porque sabe que en cuanto la pise se va a comentar cómo va vestida, por  ejemplo. También ha tenido que soportar en ocasiones que algún compositor le haya dicho que le va a componer la canción de su vida cuando ella misma lo hace.

También Araceli Martínez sufre micromachismos a diario en su entorno. Ella insiste en que no cocina, pero pasa el polvo y está cansada de escuchar a sus familiares y amigos decir que tiene mucha suerte de que su pareja cocine porque le parece que en parte se está menospreciando lo que ella hace también en casa.

La huella psicológica de los micromachismos es importante. Rozalén, que al margen de cantante también es psicóloga, tiene claro «que el plano psicológico es muy difícil de ver y cuando alguien escucha  una misma cosa todos los días al final se lo acaba creyendo».  Admite que todas las mujeres han sufrido alguna humillación a lo largo de su vida aunque algunas lo nieguen e incluso ella admitió que antes le daba «vergüenza» contarlo.

Rozalén acaba de llegar de Guatemala. «Vengo con el alma rota», confesó, quizá por todo lo que ha visto en su viaje. Cuando estás allí piensas que las cosas aquí están bien». Ella ha conocido de cerca cómo viven las comunidades indígenas donde las mujeres «valen muy poco». Por eso, considera fundamental que la lucha por la igualdad siga viva y cada vez se eche más gente a la calle para pedirla. También es consciente de que, en cierta medida, es un potente altavoz gracias a sus canciones y su proyección pública. «No me puedo callar por mucha cera que me metan».

más recursos. La directora del Instituto de la Mujer también habló claro ayer y aseguró «que los cambios históricos no se producen solos» y considera que la sociedad, «la voluntad política, los recursos la metodología y el presupuesto» ayudan  a luchar contra la desigualdad.

En este caso, insistió en que la igualdad «tiene que ser transversal a todo el mundo»  porque «cuando no se tienen las cosas claras es más fácil retroceder».

Por otra parte, Martínez recordó, poco antes de que se iniciara el foro, el esfuerzo del Gobierno regional en esta legislatura, «ya que se ha puesto en marcha una medida cada quince días en este proceso de recuperación de derechos y servicios perdidos con anterioridad y supone una responsabilidad de los poderes públicos, en este caso, de la administración regional, para seguir avanzando en igualdad».

En este caso, la directora del Instituto de la Mujer apuntó que estas políticas han incrementado el presupuesto en cuatro millones para ayudar a las entidades locales  «al sostenimiento de esta red de recursos». Por tanto, a los 84 centros de la Mujer en la región y a las catorce casas de acogida se suma también ahora «un nuevo recurso integral para las víctimas de las agresiones sexuales» y el fortalecimiento en la atención de menores del servicio de víctimas de violencia de género.

La palabra feminismo fue la gran protagonista. Para Martínez «el movimiento feminista ha estado delante incluso de las decisiones de los gobiernos y es muy importante, sobre todo, «en estos momentos en los que se intenta denostar y machacar porque eso implica un retroceso de los derechos adquiridos».

Tanto Rozalén como Martínez invitaron a la sociedad a salir a la calle el viernes para pedir esa ansiada igualdad.