Arzobispado revisará sus edificios tras el vertido de gasoil

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El Palacio Arzobispal linda con la Cuesta Ciudad, donde se ha detectado la filtración en un pozo de un establecimiento comercial, y quieren descartar que proceda de sus depósitos

Arzobispado revisará sus edificios tras el vertido de gasoil - Foto: Ángeles Visdómine

El Arzobispado de Toledo ha confirmado a La Tribuna que van a proceder a inspeccionar a fondo todas sus instalaciones y edificios cercanos a la Cuesta Ciudad, donde este diario denunció hace días que se había producido un vertido de gasoil que ha contaminado el pozo de un local comercial de la zona.

El ecónomo del Arzobispado de Toledo, Anastasio Gómez Hidalgo, tiene intención de iniciar en los próximos días una revisión a fondo de los depósitos de combustible para la calefacción del Palacio Arzobispal, que linda con la calle donde se ha detectado la filtración del gasoil.

Agentes de la Patrulla Verde de la Policía Local de Toledo, en colaboración con los Servicios Municipales de Medio Ambiente, están por el momento investigando este vertido de gasoil en los torrentes subterráneos de agua cercanos a la Catedral.

El Ayuntamiento de Toledo ya confirmó a este diario que los análisis habían demostrado que el vertido es de gasoil, y que actualmente se está trabajando para conocer su procedencia. Desde el Consistorio señalan que debe tratarse de un problema entre particulares, y confían en encontrar cuanto antes el origen del vertido.

El propietario del pozo afectado, por su parte, considera que puede tratarse de una fuga de algún depósito de gasoil para abastecer una caldera, y se muestra preocupado de que el vertido pueda continuar filtrándose por el acuífero del Casco Histórico. Por ello, para descartarlo, el Arzobispado no ha dudado en iniciar una inspección de sus instalaciones.

Por su parte, en la Catedral no han tenido constancia de que este vertido haya podido afectar a sus pozos, toda vez que la próxima semana (día 15) tendrá lugar la tradición de beber de los botijos de la Virgen del Sagrario. El deán, Juan Miguel Ferrer, confirmó hace días que se aplicarán, como todos los años, los pertinentes controles de calidad de ese agua para garantizar que sea apta para el consumo.