Alcañizo: puro corazón hacia el Amazonas

J.M.
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El agustino recoleto de Alcañizo Víctor Sánchez forma parte de la misión de la orden en la desembocadura del Amazonas. Sus vecinos de la Campana de Oropesa organizarán un acto para recaudar fondos a favor de la labor pastoral, social y educativa

Alcañizo: puro corazón hacia el Amazonas

Víctor Sánchez nació y se crió en Alcañizo antes de pertenecer a la orden de los Agustinos Recoletos, cuya primera comunidad data del siglo XVI en Talavera. Pero el sacerdocio de este hombre de 58 años no lo alejó del pueblo a esta ciudad, sino que lo ha llevado a un lugar remoto. Y tanto. En 1995, cumplió el sueño de juventud de ser misionero y viajó a Brasil, donde ejerció entre 1995 y 2012 en el Amazonas y en Río de Janeiro. Este año, ha regresado a la recóndita desembocadura del Amazonas para continuar con la labor pastoral, educativa y social.

La asociación de mujeres de Alcañizo y la ONGD local Samagna de la misma localidad de la Campana de Oropesa organizarán el próximo día 22 una rifa solidaria acompañada de un acto cultural para recaudar fondos a favor de esta misión.

Así lo explica Víctor a este diario durante sus vacaciones del mes de agosto en Alcañizo. El agustino recoleto abre paréntesis junto a su familia a la labor en la prelatura de Marajó, integrada por nueve municipios y diez parroquias. Lo insólito de esta región amazónica provoca que haya 95 comunidades extendidas en la zona selvática por los ríos del municipio de Breves y Melgaço, a donde acuden una vez al año los sacerdotes para acompañar a la comunidad.

«Mi experiencia de 13 años en el Amazonas fue muy positiva y motivadora como persona y como sacerdote», subraya en palabras a este diario por la primera estadía en el país sudamericano. En este mes de enero, regresó convocado por la orden de los Agustinos Recoletos después de seis años de trabajo administrativo en España. «Sentía la necesidad de volver a estar con el pueblo, y un pueblo necesitado», apunta Víctor.

La misión de los Agustinos Recoletos en Marajó, que comenzó en 1928, incluye la Escuela infantil Santa Mónica, con 400 alumnos de entre tres y cinco años; la Escuela de enseñanza primaria y secundaria Santa Mónica, con unos 1.500 estudiantes, y el proyecto social ‘Amanecer feliz’, también para niños.

La población brasileña de Belén  supone el principal contacto de los habitantes de esta parte del Amazonas con el resto de Brasil. Un viaje en el transporte público en barco se alarga 12 horas hasta Breves, la población de referencia de la prelatura de Marajó. El clima en estas regiones depara siete meses de continuas lluvias, entre enero y julio, y un periodo seco el resto del año.

Las comunidades que visita Víctor Sánchez en la selva amazónica de Brasil carecen de recursos en los puestos de salud y de posibilidades para ganarse la vida. También para cualquier economía vinculada a la agricultura o la ganadería.

La miseria, la drogadicción, la prostitución y la inseguridad figuran entre los graves problemas sociales de la periferia de la localidad de Breves. De esta manera, la jornada benéfica convocada por la asociación de mujeres de Alcañizo y la ONGD Samagna pretende contribuir a mitigar las penosas condiciones de una parte de la población de la desembocadura del Amazonas.