Una DO con solera, pero sin relevo generacional

J.M.
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El presidente de la DO de Méntrida alerta de la falta de jóvenes que quieran dedicarse al vino en esta zona, aunque apostille que la pervivencia de las bodegas tradicionales está asegurada

El presidente de la Denominación de Origen Méntrida, Juan Alonso. - Foto: Yolanda Lancha

Juan Alonso revela un problema de la Denominación de Origen Méntrida: la falta de relevo generacional. «No hay agricultores jóvenes», afirma y lo atribuye a que los chavales «no quieren sufrir». «Con Madrid y Toledo tan cerca, la gente se va a trabajar a Madrid o a Toledo», lamenta por la falta de vocaciones para tirar del carro, que no afecta eso sí a las bodegas con solera.

En el caso de la bodega Alonso Cuesta, los actuales gerentes suponen la quinta generación dedicada al vino, y Juan tiene casi claro que habrá un relevo a la labor creada por su bisabuelo en los primeros años del siglo XX. «Espero que mis hijos y mis sobrinos tiren de esto», subraya. Pero deja claro que deben «mantener la línea que comenzamos: bodega pequeña y producción muy controlada en viñedo. Y unos vinos diferentes».

Cuesta señala que las bodegas particulares y las cooperativas de la DO Méntrida pretenden seguir con el negocio, pero hace hincapié en que es «muy duro». Y precisa: «La exportación es la que nos salva. Vender en España es un calvario».

La curiosidad de un nombre. Entre las marcas que comercializa Alonso Cuesta, figura ‘La garnacha de Lola’, un homenaje a la tradición de la familia. Tanto en el nombre como en el vino. «Mi abuela se llamaba Lola. Mi madre se llama Lola. Mi hermana se llama Lola.Mi sobrina se llama Lola. Mi abuela y mi madre nos dieron el viñedo. En homenaje a ellas, hemos hecho este vino que viene de una parcela muy concreta», comenta Juan, quien pormenoriza el curioso proceso de producción de este caldo que está en el mercado. Este año, sacarán más de 3.000 botellas con esta designación.

La DO Méntrida presume en sus presentaciones públicas de la relevancia histórica de esta zona de la provincia en la producción de vino. «Históricamente la comarca que hoy ampara los vinos de la Denominación de Origen Méntrida fue concebida durante el medievo a determinados señorios jurisdiccionales que se encargaron de los gobiernos y de llevar a cabo una rápida repoblación. Prueba de ello son las referencias a viñedos que se remontan al siglo XII. El cultivo del vino fue prosperando hasta alcanzar su esplendor en el Madrid de los Austrias en la que estos vinos fueron muy apreciados», informa la Denominación de Origen, constituida en el año 1976.