Los desprendimientos de rocas en el Valle eran habituales cuando llovía con cierta intensidad. Eso obligaba a cortar la carretera y ocasionaba molestias a los conductores, pero sobre todo riesgos. La situación se resolvió con la instalación de mallas de acero de contención donde aún no estaban puestas. Fue en 2010. En 2015 los desplomes de piedras se ‘trasladaron’ al Paseo de la Rosa. Hubo dos casos seguidos a principios de ese año. Dos informes del Parque municipal de Bomberos alertaban desde entonces del «alto riesgo». Después se realizó un estudio exhaustivo adicional.

Ahora el Ayuntamiento de Toledo ha destinado una partida de 182.000 euros para sanear correctamente la zona e instalar mallas de contención de rocas, la solución elegida en el Valle y en algunos tramos de la senda ecológica. Acaba de licitar los trabajos  y las empresas interesadas pueden presentar sus ofertas hasta el 20 de enero a las 14,00 horas. La adjudicación se realizará entre febrero y marzo, previsiblemente, por lo que los trabajos podrían estar terminados a mediados de años, toda vez que tienen un plazo máximo de ejecución de tres meses.

Hay que recordar que la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Toledo acordó en su sesión ordinaria el 4 de marzo de 2015 declarar «urgente» la contratación de un estudio «que analice la situación de las rocas de esta zona de la ciudad, las patologías existentes y la realización de un proyecto para proporcionar una solución a todo el entorno natural del barrio de Santa Bárbara».

182.000 euros para contención de rocas en Paseo de la Ros - Foto: David PérezBasándose en ese estudio se ha redactado ahora el proyecto, a cargo de la empresa Orbis  Terrarum  Projects  S.L.N., especializada en servicios técnicos geotécnicos y geofísicos, que servirá como base de los trabajos que ejecutará la adjudicataria de la actuación.

El Paseo de la Rosa es la vía principal del barrio de Santa Bárbara donde además se ubican varios negocios y muy transitada especialmente por los usuarios del aparcamiento disuasorio de Azarquiel que se encuentra a apenas 20 metros. También algunos turistas utilizan este recorrido para llegar desde la estación del tren a las escaleras mecánicas de Safont.

El proyecto licitado indica que en 2015 se realizó un estudio geológico de campo que dio indicaciones sobre cómo había que actuar. Las  medidas  recomendadas , dice el documento, «se  han  enfocado  en  dos  direcciones,  una  eliminando  o  sujetando  los  bloques aislados potencialmente inestables, y dos mediante la instalación de elementos de contención».

No hay nuevos deterioros. Durante la visita técnica realizada al lugar de las futuras obras, indica el proyecto, «se observó el macizo rocoso, sin observarse nuevos deterioros». «También se habló con las personas encargadas de los talleres -donde se desprenden las rocas- y comentaron que no se habían reproducido nuevos episodios». Motivo por el que el documento concluye que «la evaluación del riesgo y las  condiciones  de  contorno  no  han  cambiado  desde  el  año  2015,  estimándose  como  correcto  el  análisis realizado en su momento y la orientación general de las medidas recomendadas».

El informe dice que la ‘zona 9’, una sobre las que se va a intervenir, cuenta con desmontes de 12 metros de altura que son prácticamente verticales. «Se  producen desprendimientos de rocas por cuñas y deslizamientos planares. Hay dos zonas de alteración por la presencia de fallas. Los taludes afectados son las traseras de las edificaciones de los números 36 y 38», concreta.

Respecto a la ‘zona 11’, la segunda sobre la que se contempla un actuación, «los taludes son prácticamente verticales de una altura de 8 metros, sobre la parte trasera de las edificaciones del paseo de la Rosa, del número 32 a 34». «Se producen desprendimientos de rocas. La trasera de la zona 11 tiene un acceso únicamente peatonal a través del número 34 de la calle», remarca.

Por tanto, atendiendo a las indicaciones técnicas, en la primera zona se sanearán los bloques inestables, para después «ejecutar el anclaje de bloques de cinco metros, la malla de triple torsión y la red de cables». Mientras tanto, en la segunda zona solo se sanearán los taludes inestables para posteriormente instalar la malla de contención.