La teniente de alcaldesa del Ayuntamiento, Montserrat Muro, ha mostrado la «preocupación» del Consistorio ante el incremento desbordado de contagios en las dos últimas semanas, donde han llegado a duplicarse. Por ello, ha vuelto a apelar a la responsabilidad individual y al «sentido común» de cada ciudadano ante las situaciones diarias para «hacer descender el nivel de contagios».

Los que parecen no tener sentido común son los 21 denunciados por la Policía Local el pasado fin de semana, por participar en una fiesta de cumpleaños ilegal en una nave, denunciados no solo por ser más de seis personas sino por la celebración dentro del horario restringido por el toque de queda. Fue la incidencia más destacada pero no la única. Además, se recibieron tres llamadas por molestias en domicilio por ruido y música elevada, 26 denuncias por no llevar mascarillas, 12 por incumplir el toque de queda, 18 por más por grupos que superaban las seis personas, una por venta de alcohol, y varias denuncias por alcoholemia o carecer de seguros de vehículos.

Muro explica que se han controlado igualmente los horarios de cierre en hostelería y en parques, evitando la concentración de jóvenes para beber en la vía pública.

«No pueden seguir produciéndose situaciones diariamente en las que la ciudadanía se salte estas medidas con la idea de que no va con ellos o no les afecta, no es así», indicó la concejala en declaraciones a los medios.

El elevado número de casos de Covid en la ciudad y en el conjunto de España responde a una «relajación» de la población «como consecuencia de ese periodo de Navidad, cenas y relaciones sociales que ha hecho olvidar la pandemia en muchos casos», dice la edil, aunque también reconoce que «hay infinidad de personas que están cumpliendo las medidas».

La mejor vacuna. Muro incidió en que cada uno de nosotros «somos la mejor vacuna», al menos hasta que las que ya se están inoculando «hagan el efecto que se prevé que harán en el momento en que la mayor parte de la población esté vacunada». Para ello, pide responsabilidad en el ámbito privado, sin tener contactos innecesarios y mantener burbujas de convivencia siempre que sea posible.