Talavera condena el asesinato de Samuel como delito de odio

Leticia G. Colao
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El colectivo LGTBora promovió la concentración en la plaza del Pan al tratarse de un posible caso de homofobia que acabó con la muerte del joven de 24 años en A Coruña.

Talavera condena el asesinato de Samuel como delito de odio

Numerosas personas se concentraron en la tarde de ayer en la plaza del Pan en una concentración de repulsa por el asesinato de Samuel, el sábado en A Coruña. Convocada por el colectivo LGTBora ante un supuesto delito de odio por homofobia, los presentes exigieron justicia ante la brutal agresión que acabó con la vida del joven Samuel Luiz, de 24 años, en un suceso que aún sigue investigándose. Los concejales del equipo de Gobierno Nuria Sánchez, Daniel Tito y Roberto Gallegos asistieron a la concentración.

En el centro de la plaza una gran bandera multicolor con fotografías de Samuel y un crespón negro junto al que los asistentes expresaron sus sentimientos de tristeza y rabia. Minutos después, los participantes pintaron sus manos de rojo como rechazo a esta violencia que no debe tener cabida en una sociedad democrática.

La presidenta de LGTBora, Ángela Zarzoso, manifestó la «rabia, impotencia y preocupación» por que sigan produciéndose estos hechos que «van mucho más allá que un insulto de maricón, es un asesinato», ocurrido además pocos días después de la fiesta de la visibilidad y la libertad del colectivo.

Zarzoso explica que se trata de un hecho que, «como transversal, afecta a toda la sociedad, como los delitos de violencia de género, y no podemos mirar hacia otro lado».

En este sentido, destaca que a la vulnerabilidad de la juventud se suma el «caldo de cultivo de odio» que está surgiendo en algunas instituciones por la extrema derecha, lo que supone «un paso atrás» después de los avances adquiridos.

Desde LGTBora reivindican su libertad y su derecho a la diversidad, a vivir «sin miedo», pero también recuerdan que en los últimos tiempos se están incrementando las agresiones hacia el colectivo, aunque algunos no se consideren delitos de odio. Así, lamentan que jueces y policías sean quienes en muchas ocasiones echen para atrás el avance de estas investigaciones por no creerlos tal, y reclama «formación y una ley» para que «se llame a los delitos por su nombre».

Zarzoso recordó que en 2021 «en una sociedad democrática, esto no va de bandas, y estamos pasando ciertos límites».