La Supercopa italiana que enfrentará a la Juventus y al Milan el próximo 16 de enero en Yeda (Arabia Saudí) ha causado polémica en Italia tras conocerse la normativa para la venta de entradas, que discrimina a las mujeres, a las que solo permite el acceso al estadio si van acompañadas de un hombre y se colocan en las zonas específicas destinadas a las familias.

«Una vergüenza absoluta», «gravísimo», «venden nuestros valores por dinero», «nuestro fútbol se va a humillar así por unos pocos millones», son algunas de las frases que fueron pronunciadas ayer por los políticos transalpinos o que aparecieron en los editoriales de los principales medios nacionales. 

«Que la Supercopa italiana se juegue en un país islámico con esas normas es una tristeza, una inmundicia», afirmó el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, que pidió, incluso, la suspensión del duelo. «¿Dónde están ahora las feministas italianas?», cuestionó.