Los manuscritos de Alí ben Ziyad regresan a Toledo

LT
-

El Salón de actos de la Biblioteca Regional acoge hoy la presentación a los medios de la exposición 'Fondo Kati: de Toledo a Tombuctú' con Ismael Diadié

Los manuscritos de Alí ben Ziyad regresan a Toledo

Hasta el próximo 26 de octubre, la Sala Borbón Lorenzana de la Biblioteca de Castilla-La Mancha acoge la exposición ‘Fondo Kati: De Toledo a Tombuctú’, organizada por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes y el Fondo Kati. Esta es la primera vez en que algunos de los manuscritos de Alí ben Ziyad son expuestos al público desde que éste salió de la ciudad de Toledo en el año 1468. También, por primera vez, los mismos han sido traducidos al castellano. En la actualidad, la Biblioteca Regional ya custodia, en depósito, algunos manuscritos del Fondo.

El origen del Fondo Kati, que cuenta con más de doce mil manuscritos, tiene su origen en la figura de Alí Ben Ziyad al Quti, consumado bibliófilo quien era cadí (juez que entendía de causas civiles) de la comunidad musulmana de Toledo. El 22 de julio de 1467, las diferencias entre algunas comunidades toledanas se saldaron con unos graves incidentes, registrándose el incendio de centenares de casas. Estos disturbios son conocidos como los “fuegos de la Magdalena”. Tras los mismos, Alí ben Ziyad abandonó Toledo, junto algunos de sus familiares, amigos y sirvientes, llevando consigo unos cuatrocientos libros de su biblioteca, escritos en árabe, castellano, aljamiado y hebreo.

Tras un periplo por el sur de la Península y diferentes lugares del norte de África y Oriente Medio, buscó exilio temporal en tierras africanas, en Tombuctú, a orillas del río Níger. Durante su recorrido, este fondo bibliográfico se fue incrementando con nuevas adquisiciones, como el Kitab as Shifa, una biografía del Profeta, por el que pagó 225 gramos de oro y que es conocido como el “manuscrito dorado”. Además de estas incorporaciones a su biblioteca personal, Alí ben Ziyad fue enriqueciendo sus documentos con numerosas notas manuscritas en sus márgenes, relatando diferentes circunstancias y peripecias de la travesía. “Aquel que conoció Toledo -dice en uno de esos apuntes- no podrá olvidarlo”.

Desde su llegada a Tombuctú, la familia Al Quti ha conservado e incrementado este singular legado cultural. El duodécimo patriarca de la dinastía Al Quti es Ismael Diadíé Hiadara, quien hace años afrontó la tarea de reagrupar los fondos de la biblioteca familiar que por efecto de herencias y diferentes transmisiones había ido desperdigándose durante siglos. Esa labor culminó en 1999, fundando al año siguiente el Fondo Kati y creando la Asociación para la salvaguarda de los manuscritos.