Cada barrio es un mundo. Con esta afirmación se podrían describir las diferentes imágenes que se vieron en la ciudad durante las horas previas a la Nochebuena. Lo que históricamente se conoce como una cita para que se desarrollen aglomeraciones y se escuchen los villancicos, en esta ocasión, la pandemia hizo que la tradición fuera «muy light» comparada con la de otros años. O, al menos, esa es la percepción que transmiten desde la Asociación de Hostelería. Su presidente, Tomás Palencia, cree que «se está dando un bombo excesivo a la celebración de las migas, porque se sabía que iban a ser muy tranquilas».
Aunque el presidente de la asociación reconocía que no habían hecho un balance de la cita oficial, sí que valoró como transcurrieron según el testimonio de los hosteleros de la ciudad. Y lo que estos le comentaron variaba en función del barrio. Palencia detalló que se vio un Casco Histórico «vacío», una afluencia de gente «moderada» en el Paseo Federico García Lorca del Polígono, y algo más de concurrencia, sobre todo de gente joven, en el barrio de Santa Teresa. En este último barrio, por cierto, ninguno de sus establecimientos colocaron barras portátiles, sino que realizaron su servicio como un día normal, en interiores y en terraza.
Precisamente, la Asociación de Vecinos de esta zona mostró sus quejas por una celebración que, dicen, «generó miedo al contagio y a posibles altercados». De manera que, en su protesta, piden a las autoridades competentes que suspendan esta celebración para el próximo día 31 de diciembre. Fecha en la que los hosteleros confían en que vuelva a haber migas con el formato de esta útima Nochebuena. Tomás Palencia continúa abogando por la autorregulación para que cada negocio pida o no las barras portátiles, y decida si abre o cierra su establecimiento. También apeló a la responsabilidad individual, «porque en tiempos de tantos contagios, no es responsabilidad del hostelero que el cliente lleve o no puesta la mascarilla».
Sobre la suspensión de la verbena de la plaza de Zocodover en Nochevieja, Palencia afirmó que desconocía la noticia y desmintió que esta haya sido consensuada con los hosteleros previamente.
CIERRE RESPONSABLE. Es la medida que han tenido que decretar en el restaurante del propio presidente de la asociación. El 'Asador Palencia de Lara' permanecerá cerrado hasta el próximo día 4 de enero ante un brote de coronavirus. Tomás Palencia explicó a La Tribuna que la mitad de la plantilla dio negativo en las pruebas de detección del virus, pero que decidieron cerrar 10 días «por responsabilidad, para proteger tanto la salud de sus trabajadores como la de sus clientes».