Condena a un joven a 10 años y medio de cárcel por violación

Josechu Guillamón
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El acusasdo, que por entonces tenía 23 años, se ganó la confianza de la víctima, una niña de 12 años, al coincidir varias veces en un parque de Albacete haciendo deporte.

Condena a un joven a 10 años y medio de cárcel por violación - Foto: Rubén Serrallé

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete ha condenado a 10 años y medio de cárcel a un joven, por agredir sexualmente a una menor, cuando ésta tenía 12 años de edad.

Una sentencia con la que no estaba conforme el abogado de la defensa, Emilio López Izquierdo, aunque si valoraba positivamente la rebaja de años en la condena, ya que inicialmente la Fiscalía pidió 52 años de cárcel y en sus conclusiones 37 años. «Estamos satisfechos por la rebaja de años que refleja la condena, pero nos sigue pareciendo excesiva».

Según la sentencia, se considera probado que, en  octubre de 2018, el procesado C.M.M.S., que en esa fecha tenía 23 años de edad, conoció a la denunciante, R.M.S., de 12 años, en el llamado Parque del Dragón, situado en la zona peatonal Llanos del Águila de Albacete, donde ambos acudían a practicar un deporte llamado calistenia, intercambiando ambos los teléfonos y cuentas de Instagram, medios a través de los que se comunicaron en los días siguientes, viéndose en diferentes ocasiones en el parque, con lo que el procesado se ganó la confianza de la menor.

En casa. Uno de los días que se vieron en el  parque, después de entrenar, el procesado le propuso a la menor que la acompañara a casa de sus padres, a lo cual ella accedió. Una vez en el domicilio, a sabiendas de que la niña tenía 12 años y actuando con la intención de satisfacer sus deseos sexuales, el procesado llevó a la menor a su habitación, ambos se tumbaron en la cama y mantuvieron una relación física que solo consistió en besos y caricias.

Al día siguiente el procesado volvió a quedar con la niña en el domicilio y una vez en su habitación le dijo que se tumbara en la cama y empezó a besarla y a acariciarla y, pese a que la misma le manifestó que no quería mantener relaciones sexuales porque no estaba preparada, actuando con idéntico ánimo libidinoso y conocedor de su edad, la penetró vaginalmente, sin que resulte acreditado si lo hizo con o sin preservativo.