Coger el abrigo, quedar con amigos o familiares y celebrar las horas previas de la Nochebuena y la Nochevieja entre risas y un plato de migas. Una de las tradiciones habituales cada año en Toledo aún está en entredicho. Tras un año en el que no pudo celebrarse como tantas otras cosas por la pandemia del coronavirus, la relajación de las restricciones invita a consumidores y organizadores a ser optimistas. Sin embargo, hay dos factores que hacen dudar de que esta celebración se pueda llevar a cabo. Uno de ellos derivado de la propia pandemia, debido a que la incidencia del virus se encuentra en tendencia ascendente en las últimas fechas, aunque aun de forma ligera, pero sí que obliga a estar pendiente de su evolución. Y en segundo lugar, la prohibición de consumir bebidas alcohólicas en la vía pública que fue aprobada por el Ayuntamiento en julio de 2020 y que aún sigue vigente porque así se consideró oportuno en la última Comisión de Movilidad. Este último punto requiere de un mayor análisis.
Según la Asociación de Hosteleros de Toledo en declaraciones a La Tribuna, esta prohibición «no les afecta a ellos», pero hay que tener en cuenta que en estas celebraciones las barras habilitadas para servir migas o bebidas alcohólicas se extienden más allá del terreno concedido como terraza del establecimiento, y son numerosos los clientes que se desplazan con su consumición a otra parte de la vía pública. Por tanto, ¿qué es lo que dice al respecto la ordenanza municipal que regula esta prohibición? La Ordenanza Reguladora del Consumo Indebido de Bebidas Alcohólicas establece en su artículo 6 que: «Se limita la venta y el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, salvo terrazas, veladores, kioskos con terrazas, o en días de feria o fiestas patronales o similares que se regirán por la correspondiente norma municipal». Al igual que en el artículo 7 la misma ordena la prohibición, bajo la responsabilidad de los titulares de los establecimientos, de la venta o suministro de bebidas alcohólicas para ser consumidos en la vía pública, salvo que cuenten con autorización municipal.
De acuerdo con esta normativa , y en el caso de que esta se extienda hasta las fechas navideñas, se entiende que la celebración de las migas pueda considerarse una fecha festiva en la que los locales con autorización puedan desempeñar esta función, y en consecuente, los clientes consumir las bebidas alcohólicas en la vía pública obtenidas en dichos establecimientos.
Algo no tan fácil de demostrar, en el caso del consumidor, y que se arriesgaría a acometer una infracción leve por consumo de alcohol en la calle, cuya multa oscila entre los 60 y los 600 euros.
Por otro lado, el otro motivo que podría anular esta tradición sería una hipotética sexta ola del coronavirus o una mayor incidencia acumulada que obligue a las autoridades a decretar nuevas restricciones para extremar la seguridad. Los hosteleros toledanos se muestran confiados en que la situación no empeore, y de llegar la fecha en una situación como la actual, no tienen dudas de que podrían celebrarse como se ha hecho siempre.
VOX DICE NO AL BOTELLÓN. Tras la Comisión de Movilidad en la que la oposición transmitió al Ayuntamiento que permitir de nuevo el botellón en la ciudad, salvo en el Casco Histórico, no era la mejor opción, el Grupo Municipal Vox pide al PSOE que la prohibición se extienda a toda la ciudad. Exponen que «es un disparate permitirlo en La Peraleda y no en el Casco Histórico», por lo que demanda que la prohibición sea extensible a toda la ciudad.