A 2020 le queda menos de un mes para despedirse y el balance este año es mucho más complejo en todos los ámbitos por la pandemia de coronavirus que ha obligado a dos meses de confinamiento y a otras muchas  medidas restrictivas para intentar contener el virus. Pese a todo, algunas cifras son positivas y ayudan a normalizar la situación en medio de constantes PCR, mascarillas, geles hidroalcóholicos y decretos de Sanidad para evitar contagios. Es lo que ha ocurrido con la clínica HM Fertility Center, que ha conseguido aumentar en un 40% sus tratamientos de fertilidad este otoño.

La directora del centro, Marta Sánchez-Dehesa, asegura que la clínica funciona con normalidad, contando con estrictas medidas sanitarias para seguridad de los pacientes, y está muy satisfecha con los resultados a pesar de la incertidumbre constante que ofrece la epidemia. El centro tuvo que cerrar sus puertas con el estado de alarma en marzo, salvo para atender casos urgentes, como ocurrió con el resto de clínicas sanitarias privadas, pero nunca lo hizo del todo porque puso en marcha un servicio telemático de consultas y asesoramiento, que también se extendió a otras especialidades de HM IMI para atender en unos momentos tan delicados. Si bien, una vez pasado el confinamiento, el centro recuperó a sus pacientes y continuó con sus tratamientos de reproducción asistida a buen ritmo.

«El Covid nos ha hecho pensar a dos o tres años y vivir más el presente», apunta la ginecóloga, que opina que esa es la causa principal del repunte de actividad este otoño. «Hay gente que por la edad no puede esperar mucho a realizarse un tratamiento y ha decidido hacerlo ya». Sánchez-Dehesa calcula además que entre el 8 y el 9% de la natalidad en España procede de los tratamientos de reproducción asistida, que allanan en muchos casos las dificultades derivadas de la infertilidad, de la reserva ovárica baja y de otras causas que impiden la concepción.

La fecundación in vitro es una de las opciones más demandadas, pero la clínica de reproducción asistida ofrece otros en función de las necesidades de cada paciente, como la ICSI cuando las parejas son menores de 38 años, una edad a la que no es necesario realizar complejos estudios genéticos, o la ovodonación,  cuando la paciente es mayor de 43 años, se encuentra ya en la premenopausia o la reserva ovárica le impide tener hijos,. Si bien esta última es menos frecuentes porque la edad de las mujeres que buscan un embarazo en Toledo es menor que en otras provincias y acuden a las clínicas con edades menos avanzadas.

En HM Fertility Center no hay límites de edad, pero es prácticamente inviable tratar a pacientes de 50 años o más porque son mujeres «que ya tienen alguna patología» y muchos riesgos derivados de un embarazo.

HM Fertility Center se ha convertido «en una mirada de esperanza» en la que confían muchas familias a la hora de ser padres. En esta clínica no se ha notado la falta de pacientes extranjeras, sobre todo, alemanas y francesas, que realizan los tratamientos de fertilidad en España y ahora no pueden hacerlo por las restricciones del coronavirus. Sánchez-Dehesa cree que el miedo al virus se ha rebajado en los últimos meses gracias a los protocolos sanitarios y a las medidas que se aplican en la clínica, ya que las pacientes son sometidas a PCR, se garantiza que no coincidan en el centro y se han ajustado y ampliado los horarios para garantizar una cuidada atención.

En relación a los cuidados básicos en el embarazo, la ginecóloga aconseja «que se vayan a casa, pasen allí el mayor tiempo posible» por la pandemia y tomen medidas para evitar el contagio. Explica que los recién nacidos positivos por covid son casos aislados porque «la tasa de contagios por vía placentaria es muy bajita».