Irene Sánchez-Escribano se va a poner mañana de nuevo en la línea de salida para competir en los 3.000 obstáculos. La toledana lo hará con la tranquilidad que da tener la mínima para el Campeonato del Mundo de Doha, tras los 9:37.14 cosechados en el Mitin Iberoamericano de Huelva. Esta vez viaja hasta Bélgica para competir en un Mitin de Lieja donde estarán sus compañeras María José Pérez, Clara Viañarás y Carmen Robles, que todavía tienen que hacer los deberes.

De esta manera, la atleta del Adidas reconoce que su objetivo será realizar otra buena carrera y seguir limando segundos al cronómetros para acercarse a su mejor registro de la distancia, los 9:31.84 con los que acabó octava el pasado verano de 2018 en el Europeo de Berlín (Alemania). Y es que, la gran meta de esta temporada de pista al aire libre, tras un invierno en el que la capitalina volvió a dar la cara en el campo a través, es rozar, o incluso abordar, la mínima para los Juegos Olímpicos del año próximo en Tokio (Japón).

Está claro que es un tiempo muy exigente bajar de 9 minutos y 30 segundos, pero Sánchez-Escribano ha demostrado que no hay barrera que se le resista y el año pasado ya se quedó a apenas un segundo de haber mordido ese registro. Además de las atletas nacionales con las que suele coincidir en las diferentes competiciones, también acudirán a Lieja varias kenianas, como son Fancy Cheromo y Caroline Tuigong, ambas con tiempos por debajo de los 9:30.

De esta manera, la toledana tendrá complicado estar en las primeras posiciones, aunque seguro que lucha por estar delante porque no son africanas de primer nivel. En cualquier caso, también se pondrán en la línea de salida otras competidoras de relevancia como la argentina Belén Casseta, la alemana Kouba Sanaa, la canadiense Genevieve Calonde, la francesa Emma Oudiou o la corredora de de Baréin Tigist Makonen.