«Tenemos en la Cultura el instrumento de la paz»

L.G.E.
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La vicepresidenta Carmen Calvo lamenta que los ministros de Cultura «a veces son el rincón esquinado de los gobiernos» y reivindica que es un «mascarón de proa para abrir el resto de políticas»

«Tenemos en la Cultura el instrumento de la paz» - Foto: David Esteban

Antes de vicepresidenta con Pedro Sánchez, Carmen Calvo fue ministra de Cultura con Zapatero. Sabe que es una cartera que no siempre está entre las valoradas como las importantes de un Ejecutivo. Lamenta que los ministros de Cultura son «esos que a veces son el rincón esquinado de los gobiernos, cuando los gobiernos no descubren que son el mascarón de proa para abrir el resto de políticas». Hoy en Toledo reivindicó el papel de todos los gestores públicos que trabajan en este ámbito. «Quienes trabajamos en la Cultura tenemos en nuestras manos el instrumento de la paz», recalcó. 

Calvo estuvo en Toledo para clausurar la Asamblea General de la Red Europea de Institutos Culturales y la primera reunión presencial de la Red Iberoamericana de Diplomacia Cultural. Por eso subrayó el puente que supone España entre ambos continentes. Volviendo a esos años de ministra de Cultura, señaló que cuando iba a los consejos de ministros de la UE algún compañero que otro le recordaba que no solo representaba a cuarenta millones de españoles, sino también «a los hermanos latinoamericanos».

Aunque sabe que «la cultura puede ser buscada para la confrontación, la comparación», ella apela a que se enfoque desde el punto de vista del «encuentro con el que no se parece a ti».

En esta filosofía coincidió el presidente de la Junta. «Lo que hay que rechazar es la cultura del odio y de la violencia», expuso Emiliano García-Page en su intervención, «prefiero la cultura a las bombas, esa es la enseñanza que tiene un país como el nuestro para aportar en el puente entre Europa e Hispanoamérica». Compartió esta reflexión después de mostrar en una fotografía de Toledo cómo la ciudad fue campo de batalla en la Guerra Civil.

Page tiró de referentes históricos toledanos, que los hay para lo bueno y para lo malo. Para lo bueno recordó que Alfonso Xel Sabio nació aquí y abrió la Escuela de Traductores. «Fue el antecedente de internet de hoy», expuso, «se traducía de Oriente a Occidente». Para lo malo mencionó la expulsión de los judíos o la Inquisición. 

Menos historia que Toledo ciudad tiene la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. «Nosotros somos un invento desde el 78», explicó, «las autonomías existen para evitar que nadie en España tenga privilegios, ni amparándose en un color, bandera o idioma». Aprovechó para subrayar que en la Segunda Parte del Quijote, las andanzas del hidalgo acaban en las playas de Barcelona. «Es duro que haya gente que pretende pensar que Cervantes es extranjero a un compatriota», lamentó, «eso no está abocado a ningún tipo de resultado positivo, a ningún éxito».