Manos Unidas invitó esta mañana a conocer su nueva sede en la Avenida de Europa, número 4. La organización abrió las puertas de su ‘nueva casa’ para bautizarla con un acto sencillo en el que participó el actual arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza, que acudió para conocer las instalaciones y bendecirlas con el objetivo de que mantengan su intensa actividad en su labor social de ayuda a las personas vulnerables a través de proyectos para erradicar la hambruna. Con esta nueva oficina, la organización dispone de un espacio más cómodo y acondicionado para almacenar material y realizar labores de organización de la campaña que se llevará a cabo a lo largo del año.
La inauguración se convirtió en un sencillo acto que contó también con la presencia del director de la Academia de Infantería de Toledo, Antonio Armada, de la alcaldesa de la ciudad, Milagros Tolón, acompañada de las concejalas de Parques y Jardines y de Servicios Sociales, Marta Medina y Ana Belén Abellán, de la presidenta de Manos Unidas de España, Clara Pardo y del delegado de la ONG católica en Toledo, Antonio Juanes-Cuartero.
«El hecho de cambiar de sede no implica un cambio de actividad. Llevamos sesenta años luchando contra el hambre», comentó la presidenta de Naciones Unidas poco antes de la bendición y reconoció que las personas que colaboran con la organización han cogido el testigo de aquel grupo de mujeres de Acción Católica que puso en pie el colectivo gracias a una jornada de recaudación de fondos para una campaña contra el hambre en el mundo.
A continuación, el arzobispo tomó la palabra para reconocer la labor de la organización que trabaja en la provincia, «una red bastante tupida» que ha renovado recientemente su junta directiva y está preparando la actividad que desempeñará a lo largo de este año. Rodríguez Plaza invitó a los jóvenes a participar del voluntariado y de las acciones solidarias y espera que Manos Unidas continúe con su labor en la Avenida de Europa con menos dificultades de las que había en el edificio de la calle Trinidad, a pesar de que el traslado la aleje del Casco Histórico.
Por último, destacó la importancia de la organización, presente en las 71 diócesis del país. y confía en que «pueda aumentar sus posibilidades de cara al futuro». Rodríguez Plaza, que se jubilará próximamente aunque comentó que todavía le quedan muchos actos, subrayó que ha conocido cuatro delegaciones de Manos Unidas en sus anteriores destinos y agradeció su labor y sus proyectos para mejorar las condiciones de vida en países en vías de desarrollo desde hace años.
una estrecha colaboración El Ayuntamiento de Toledo también conoce de cerca el día a día de Manos Unidas desde hace tiempo y colabora con la organización desde hace tres años. «Es una ONG que ha hecho mucho por Toledo y es un orgullo que haya gente que trabaja por la ciudad y por los demás», resaltó la alcaldesa tras la inauguración de la nueva sede.
Milagros Tolón recordó que hay muchos millones de personas en el mundo que pasan hambre y considera que Toledo «tiene que ser solidaria a través de sus asociaciones y organizaciones». Confía también en que los proyectos de cooperación al desarrollo de Manos Unidas que cuentan con el respaldo del Ayuntamiento vayan creciendo. De momento, la administración ya ha destinado más de 60.000 euros para este fin, de los cuales 21.000 euros que se entregaron el año pasado han ido a parar a un proyecto que promueve la igualdad de derechos sociales, políticos y económicos de la mujer en Contumazá, Perú.