Luis Acosta dona un cuadro sobre la catedral al Arzobispado

La Tribuna
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La obra es una vista de la fachada de la seo primada. Además, el pintor cederá otra obra también inspirada en la catedral de Toledo para su exhibición en los Museos Vaticanos. «Toca el tiempo de que la vida sea para mi obra», asegura el autor

Luis Acosta dona un cuadro sobre la catedral al Arzobispado

Una vista de la fachada de la Catedral de Toledo es el cuadro que el pintor Luis Acosta ha donado al Arzobispado de Toledo, en un acto celebrado recientemente y al que asistieron el propio arzobispo Francisco Cerro, el vicario general, César García, y el vicario para asuntos económicos, Ángel Camuñas. 

En el acto, el pintor estuvo acompañado por su esposa y quiso manifestar su gratitud al arzobispado por aceptar su donación. Con este gesto se completa el deseo del artista de realizar dos donaciones de sus obras: la efectuada a la Iglesia de Toledo y la realizada unos días antes, al hacer entrega de otra obra de gran formato para los Museos Vaticanos, acto que tuvo lugar en la Nunciatura en España. 

Cerro tuvo palabras de agradecimiento por este gesto de generosidad para con la Iglesia de Toledo.

Los dos cuadros recogen diferentes vistas de la catedral de Toledo y en los dos está presente la evolución del artista a lo largo de toda su carrera. Un camino que comienza en el arte figurativo hasta su llegada al abstracto. Un género donde permaneció durante tres décadas para volver al figurativo, con guiños al hiperrealismo.

Toda la trayectoria vital y artística de Acosta tiene hilos conductores continuos: su pasión por la línea recta, la cuadricula, los elementos arquitectónicos siempre presentes en sus cuadros de diferentes formatos. El autor ha realizado múltiples exposiciones tanto en España como en el extranjero, incluyendo Estados Unidos, Alemania y Francia. 

Acosta ha querido donar dos cuadros de gran formato que tienen como motivo principal la Catedral de Toledo a la Iglesia. Un gesto que él ha explicado afirmando que «uno llega a una edad en la que tiene que mirar por su obra, saber dónde se va a quedar y exponer, ahora toca el tiempo de que la vida sea para mi obra». Y así ha sido, uno de sus cuadros está ya en el Arzobispado de Toledo y otro de ellos en la Nunciatura Apostólica en España para ser entregado en los Museos Vaticanos.