Mianu Calleja no puso vendas ni paños calientes. Para el técnico del CD Toledo no hubo excusas tras la derrota frente al Almagro CF para despedir el año en el Salto del Caballo que deja a los verdes en la cuarta posición de la tabla. «No estuvimos bien a pesar de las innumerables llegadas, centros y ocasiones y del dominio durante los 90 minuios», dijo. Desde su punto de vista, el déficit llegó «al borde del área, donde faltó claridad para ganar un partido que por juego y oportunidades nunca debimos perder; casi hemos generado más ocasiones que en ningún otro partido».

El entrenador cántabro no cree que sus jugadores se mostraran espesos con cerca de un 80 por ciento de posesión, pero es que se encontraron con un rival que «defendió con once». Aún así, valoró que durante la primera parte tuvieron «tres o cuatro ocasiones claras» en un momento en el que «el equipo necesitaba un gol que quitase esa ansiedad», piensa Calleja. Sí que se quejó del tanto encajado y de que «la hierba estaba más alta e irregular que nunca por las lluvias», pero es partidario de olvidarlo cuanto antes y pensar en lo que está por venir. «No hay excusas, debemos extraer lo positivo y borrar esto».

Esta «suma de imprecisiones» de la que habló el preparador verde es «una derrota que duele» porque «no estamos dónde queríamos estar». Desde su punto de vista, las vacaciones «van a venir bien para refrescar las piernas y cargar las pilas» y está convencido de que van a realizar«una gran segunda vuelta». De hecho, tiró de nuevo de memoria para recordar el 0-3 cosechado ante el Calvo Sotelo Puertollano hace un año y la recuperación que mostró el CD Toledo.

Por último Manu Calleja admitió que es normal que la afición se cabree. Según dijo, es verdad que el equipo «les tiene que dar a ellos», pero también cree que «hay momentos difíciles en los que nos tienen que dar a nosotros». Asumió que el conjunto capitalino está «en el peor momento de la temporada» y considera que «lo fácil es salir contento tras ganar 3-1 al Ibañés», si bien, está convencido de que «cuando consigamos revertir la situación, volverán a aplaudir y volveremos a engancharles».