Las defensas del procés reconocen la «desobediencia»

Agencias
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Los abogados consideran que esta causa generará un Código Penal aplicable a la «disidencia política» y solicitan a los jueces que piensen en la convivencia antes de redactar la sentencia

Desobediencia. Atentado. Desórdenes públicos. Las defensas reconocieron ayer que en el procés se delinquió, pero no hasta la «posmodernidad» de llamar al 1-O rebelión. Según sus tesis, ni hubo violencia ni los políticos fueron el «hombre de atrás» que manipulaba las voluntades de dos millones de votantes. De hecho, el abogado del exvicepresident Junqueras y el exconsejero Romeva denunció que este juicio «generará un Código Penal aplicable a la disidencia política», y acusó a la Guardia Civil de hacer una «causa general» contra el independentismo.

La penúltima jornada del juicio que tiene en vilo a la política española se cerró con las conclusiones de los abogados de los 12 políticos catalanes acusados, que cedieron «con gusto» a las acusaciones la «trinchera de la desobediencia» en esta batalla judicial.

Todo para intentar echar por tierra las tesis de violencia de la Fiscalía y, desde ahí, el delito de rebelión. «Banalizar el concepto de violencia es un insulto a nuestros muertos», sostuvo el abogado de Joaquim Forn, Xavier Melero, recordando «la más triunfal de las rebeliones» contemporáneas: el alzamiento del 18 de julio de 1936.

Las defensas del procés reconocen la «desobediencia»Las defensas del procés reconocen la «desobediencia» - Foto: PoolJusto antes abrió la jornada el letrado de Oriol Junqueras, Andreu van den Eynde, con palabras duras hacia el «cuarteto» de fiscales del Supremo sentado enfrente, a quienes «no les gusta la realidad» sino «el ruido», y que se empeñaron en encuadrar el procés en una rebelión cuando es «una desobediencia de toda la vida». En una sala llena a rebosar de familiares y amigos de los procesados, acusó a la Fiscalía de «pasarse la estadística por ahí» a partir de «dos imágenes» de violencia.

Para este letrado, la secretaria judicial fue «exagerada» cuando relató ante el tribunal su salida de la Conselleria de Economía el 20-S por «un terrado de tierra» y no «un tejado de tejas», primero, y por el edificio anexo luego, que, a juicio del abogado, fue «una solución inteligente: la puerta de atrás».

«Aún no se cuándo es el alzamiento, es que no me he enterado». Ni lo hubo, según su tesis, ni tampoco el «golpe de Estado» del que hablaron los fiscales, que se convirtió en «trending topic». Como mucho, un «golpe de Estado normativo».

Tras él, un adulador Melero empezado destacando la «brillante» exposición de los fiscales. Exquisito en las formas, profundizó en una de las claves del juicio: ¿Pusieron los políticos a los catalanes en una situación de riesgo empujándoles a votar un referéndum ilegal?