El paro descendió de la barrera de los 5.000 desempleados por primera vez en ocho años en Toledo. La capital regional despidió el año pasado con 4.731 demandantes de empleo, una cifra sensiblemente más baja que las vistas hace algunos años. Sólo en el mes de diciembre se crearon 298 empleos netos. La tasa de parados se sitúa por debajo del 14%, un porcentaje inferior al de los promedios provincial, regional y nacional. Toledo sumó en 2018 su sexto año consecutivo de minoración del paro. Mientras que en 2012, la ciudad contabilizaba 7.749 inscritos en las listas del extinto INE, la cifra actual la devuelve a sus registros de 2009, por debajo de los cinco millares de demandantes de trabajo.

El mes de diciembre resultó excelente para el empleo local. Los casi tres centenares de nuevos trabajadores hicieron disminuir la tasa de parados en casi un 6% en sólo 31 días. El efecto de la contratación en el sector servicios, apoyado por la fortaleza del turismo, la hostelería y el comercio, llevaron a la ciudad a liderar la bajada del paro entre las ciudades de Castilla-La Mancha en términos relativos.

La reducción del desempleo en Toledo en términos interanuales llega hasta las 396 personas. Esta caída del 7,72% supera las medias de las tres administraciones territoriales de ámbito superior. En diciembre de 2017, la ciudad acumulaba 5.127 parados; un año después ha reducido esa cifra más rápido de lo que lo han hecho otras zonas.

Toledo, además, aporta 63.849 afiliados a la Seguridad Social. Desde mayo de 2015, cuando había alrededor de 57.900, la tasa de cotizantes con residencia en la capital regional se ha incrementado más de un 10%.

El tejido empresarial toledano se ha hecho más denso en los últimos años. Según apuntan los indicadores socioeconómicos actualizados, la ciudad disfruta de 5.821 empresas con actividad, una cifra algo superior a la de la primavera de 2015, cuando el número de sociedades domiciliadas en la ciudad imperial alcanzaba las 5.672.