El Congreso no condena el agravio de Palma a Toledo

Redacción
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PSOE, Podemos y sus socios evitan que prosperew una proposición no de ley del PP que censuraba la intención de quitar por «franquista» la calle Toledo de Palma. La iniciativa popular lo consideraba «una ofensa intolerable y de agravio a la ciudad»

Placa de la calle Toledo en la ciudad de Palma. - Foto: EFE

El PSOE, Unidas Podemos, ERC y el PDeCAT han votado en contra de una proposición no de ley del PP en el Congreso que exigía al Ayuntamiento de Palma de Mallorca la revocación del acuerdo para cambiar la ‘Calle Toledo’ en aplicación de la Ley de Memoria Histórica y han impedido que se condene la actuación del alcalde de Palma, el socialista José Hila, por esta decisión.

La iniciativa de los ‘populares’ fue debatida y votada ayer en la Comisión de Política Territorial y Función Pública y sí contó con el apoyo de Ciudadanos y Vox. En el texto, el PP pedía condenar este acto al considerar que se trataba de «una ofensa intolerable y de agravio a la ciudad de Toledo, a los toledanos y al conjunto de los españoles».

El Ayuntamiento de Palma, donde gobierna el PSOE con el apoyo de Podemos y Més per Mallorca acordó el pasado mes de marzo la retirada de varias calles rotuladas durante el franquismo, entre ellas la dedicada a Toledo, incluida en un censo de simbología franquista, con el argumento de que pretendía ensalzar el asedio del Alcázar de Toledo durante la Guerra Civil.

La decisión provocó la indignación de la alcaldesa de Toledo, la socialista Milagros Tolón, quien conversó con el regidor de Palma, que acabó anunciando que se pondría el nombre de Toledo a otra calle del municipio. Finalmente, el primer edil de la ciudad balear decidió paralizar cautelarmente esta retirada y solicitó una reunión con el Ejecutivo de Baleares para revisar el censo.

«Decir que Toledo es una ciudad franquista es una estupidez y una falsedad», proclamó el diputado toledano del PP, Vicente Tirado, durante el debate de la proposición no de ley, en el que cargó duramente contra esta decisión del consistorio de Palma de Mallorca.

Por su parte, los socios del Gobierno y el bipartito en el Gobierno (PSOEy Unidas Podemos) defendieron la Ley de Memoria Histórica y acusaron al Partido Popular de «fomentar el conflicto». «No hay nada que exigir porque no hay caso», reporochó al PP la diputada toledana del PSOE Esther Padilla.

El diputado del PP por Toledo, Vicente Tirado, señaló que «el voto en contra del PSOE y de Podemos les convierte en enemigos de Toledo». «Las meras declaraciones y deseos son mera retórica que no vinculan jurídicamente, lo que vincula es anular el decreto, revocarlo», aseveró.

Además, exigió que se anule el decreto oficial del Ayuntamiento de Palma para «hacer justicia y reparar el buen nombre de Toledo» porque es «una ofensa intolerable a la ciudad de las Tres Culturas». Además acusó al alcalde socialista de Palma de tomar esa decisión «desde la incultura, la vacuidad intelectual, el sectarismo, el rencor y el odio». «Toledo es una ciudad de encuentro y concordia», afirmó Tirado, quien considera que «decir que Toledo es una ciudad franquista es una falsedad, una estupidez y un insulto a la inteligencia».