El Ayuntamiento de Toledo se ha visto obligado a reconsiderar la reclamación de una vecina de Toledo lesionada (fractura de cúbito) tras dar un tropezón en la calle Vía Tarpeya (Polígono) por culpa de «una deformidad de la acera». Pide que se arregle el desperfecto y que le indemnicen por los daños sufridos.

El pasado mes de septiembre la Concejalía de Hacienda cerró en falso el procedimiento achacando la culpa a la víctima y ahora, tras un intercambio de escritos entre ambas partes, la Junta de Gobierno ha decidido «estimar el recurso de reposición» de la afectada y «ordenar el inicio de expediente de responsabilidad patrimonial, al objeto de dilucidar la que hubiere».

La caída se produjo en abril, a la altura del número 11 de Vía Tarpeya, y esta mujer fue trasladada en ambulancia a Urgencias del Virgen de la Salud donde le diagnosticaron fractura y «le escayolaron la muñeca».

Un día más tarde volvió al lugar del tropiezo e hizo que se levantará «Acta de Intervención de la Policía Local» en la que se hace constar «que iba andando cuando de repente tropezó con una deformación existente en la acera (se añaden fotografías) y solicita encarecidamente que arreglen la vía, y que sirva la presente para realizar una reclamación patrimonial por los perjuicios causados».

Para mantener informado al Ayuntamiento en junio comunica «que continúa recuperándose de sus heridas, sin que haya recibido el alta médica» y aporta la documentación pertinente (parte de asistencia médica, parte de baja, justificante de consulta de traumatología, factura de muñequera con férula y prueba de diagnóstico).

Hasta el último detalle. Sin embargo a la concejal de Hacienda, Patrimonio, Régimen Interior y Transparencia no le pareció suficiente y mandó un «requerimiento de subsanación» exigiendo a la reclamante información sobre «modo de ocurrencia del siniestro (mecánica de lo sucedido). Acreditación de la relación de causalidad entre los daños reclamados y el funcionamiento normal o anormal del servicio público. Partes de incapacidad temporal si procede, e informes médicos que hubiere, incluido informe médico de alta y de determinación de secuelas, en su caso. Cuantificación económica de la reclamación debidamente justificada. Determinación de medios de prueba de que intenta valerse el reclamante».

Y para que viera que el Ayuntamiento no anda con bromas «se le indica» que en caso de que no aporte todo ese caudal de datos «se le tendrá por desistido en su petición».

Como respuesta, la interpelada remitió en agosto otro parte médico de confirmación y la cita para una consulta de rehabilitación del Hospital Virgen de la Salud.

La Concejalía de Hacienda no se dio por satisfecha y (ya en septiembre) resolvió en contra de esta ciudadana declarando «el desistimiento de la solicitud formulada al no haberse subsanado los defectos, debiendo procederse al archivo del expediente».

No cuantificado. Como cabía esperar la afectada presentó un recurso de reposición en el que «indica que en modo alguno ha desistido del procedimiento de responsabilidad» y explica que «no ha podido cuantificar los daños» dado que las lesiones aún no han curado y no está dada de alta por los médicos.

Por conveniencia la Concejalía ahora sí cree esta declaración. La clave está en que el Ayuntamiento no habría vulnerado ningún derecho ni provocado indefensión «puesto que el plazo de un año para reclamar empezaría a computarse desde la curación; hecho que no se ha producido, según manifiesta la parte actora».

Y concluye que «a la vista del informe emitido por la Policía Local» y como quiera que la solicitante manifiesta que no quiere desistir del procedimiento (aunque hacerlo no suponga la pérdida del derecho a reclamar), el Servicio de Patrimonio propone la estimación del recurso.  Habrá que esperar para ver en qué acaba.