Tras la confirmación de que el fuel contaminante provenía del edificio de Radio Santa María, el propietario de los pozos contaminados en la cuesta de la Ciudad, Julián Baños, apunta que «tenía todas las papeletas». Así es por proximidad y por precedentes, dado que, explica, este inmueble ya le había llenado de agua las cuevas. Eso sí, se muestra convencido de que «esto es un accidente, pero el culpable no es radio Santa María, es el Ayuntamiento, por no haber actuado cuando se le dijo». Se lamenta que los técnicos municipales se conformaran con preguntar en las propiedades vecinas si había problemas «porque ahora que han metido los pinchos y la tecnología, ha salido en diez minutos».
Mientras tanto, eso sí, Baños está a la espera de que alguien del Arzobispado se ponga en contacto con él para pedirle al menos una disculpa. No en vano, recuerda, él dio la señal de alarma en agosto, precisamente, para que no se contaminaran los pozos de la Catedral «y fíjate por dónde, han sido ellos los que han tenido esta negligencia».
Desconoce Baños si el Seprona interpondrá multa alguna contra la propiedad de este edificio. Pero él va a interponer una acusación particular ante la Fiscalía. Porque tiene claro que «esto a priori va a ser un mal irreversible, visualmente vamos a ver el agua clarita, pero ya no va a ser agua pura; la roca lo absorbe, y eso es para toda la vida». Todo eso, independientemente de que no quede una bolsa de agua, que vuelva a salir cuando haya lluvias.
Limpieza. La limpieza el líquido contaminado en la prevista para el día de ayer parece que se retrasa, por lo menos hasta hoy, para ver cómo evoluciona el nivel freático con las lluvias. Aunque es cierto que los técnicos municipales, apunta Baños, han reconocido que hay que sacar el agua, porque aunque en menos proporción, sigue teniendo gasoil. Tras la actuación inicial del lunes, los otros dos pozos siguen con una película mínima de gasoil, «pero los dos están marcados». Está previsto que hoy el Seprona tome más muestras.
Baños se muestra especialmente agradecido con los agentes medioambientales de la Junta, y en especial con el encargado de esta actuación, que entiende que es el que más ha hecho por encontrar la avería y dar con una solución.
Al tiempo, también se ha cortado la cascada de agua que comenzó a caer el pasado lunes del techo de la misma cueva, y que incluso estaba desgranando el granito. Aunque parezca muy difícil, todo parece indicar que se trata de una avería que, casualmente, ocurrió aquel día. Fue una avería en la medianería entre Trinidad 3 y 5. Tras el corte del suministro a todo el edificio, al menos se encontró el origen del problema y a la propietaria del inmueble.
Además, Baños apunta que, según ha podido saber, la contaminación podría haber llegado al pozo del Salvador, cuestión esta última que no ha confirmado el Consorcio.
A lo largo de toda esta pesadilla, el propietario de Entorno Toledo, Julián Baños, ha estado recibiendo el apoyo de los toledanos en las redes, un apoyo que ayer se repitió y además se hizo patente de forma física en su local. Promovido por administrador del grupo Demandas Ciudadanas, Román Sánchez Maeso, un grupo de personas se reunió ayer en la tarde del miércoles. «Julián denunció el problema en agosto, y apenas hubo movimiento institucional, y eso que tiene una vertiente patrimonial», apuntó el administrador, convencido de que este tema es candente en una ciudad patrimonio y hay que poner su granito de arena para atajarlo.