La factura de la luz de un usuario medio se ha encarecido un 34,6% en la primera quincena de julio con respecto al mismo mes del año pasado, según los datos que publicó ayer Facua-Consumidores en Acción. De seguir así, la factura mensual se situaría en 84,35 euros, un importe aún más elevado que el de junio, cuando fue de 81,27 euros.

Con las tarifas de los 15 primeros días de este mes, el usuario medio pagará 21,68 euros más que en julio de 2020, cuando el recibo se situó en 62,67 euros.

La asociación estimó que la bajada del IVA del 21% al 10% hasta diciembre mientras el precio medio del megavatio hora esté por encima de los 45 euros ha amortiguado el coste en 8,44 euros. Si se siguiera aplicando el 21%, el coste habría batido todos los récords, escalando a los 92,79 euros.

La OCU señaló que si se mantienen las tarifas de los 15 primeros días, el recibo de julio será el tercero más caro a nivel histórico para el usuario medio. Hasta la fecha, las cinco facturas más elevadas han sido los 88,66 euros del primer trimestre de 2012, los 87,81 euros de enero de 2017, los 83,55 euros de septiembre de 2018, los 82,13 euros de mayo de 2021 y los 81,55 euros de febrero de 2021.

El consumidor medio utilizado por Facua en sus análisis tiene una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) -la misma en horario punta y valle- y un consumo de 366 kilovatios hora (kWh) mensuales.

En cuanto a los porcentajes de consumo en los tres tramos horarios del nuevo sistema de facturación, la asociación toma como referencia el perfil de usuario medio tradicional sin discriminación horaria publicado por la  CNMC, que consume el 45% de la electricidad en el horario valle, el 29% en el tramo punta y el 26% en el llano.

En lo que va julio, el precio del kWh se situó en una media de 11,88 céntimos. En la primera quincena, el coste medio ha sido de 13,43 céntimos en horario valle, 17,76 en el llano y 28,86 céntimos en el punta. La media reputa a 20,02 céntimos, un 68,5% más que hace un año.

Concentraciones

Facua convocó ayer concentraciones contra el tarifazo eléctrico en 45 capitales y también en Melilla. La asociación planteó un decálogo de reivindicaciones, entre ellas un cambio en las reglas de la subasta del mercado mayorista, la bajada del IVA de forma permanente, el control de las ofertas fraudulentas de las eléctricas, y la aprobación de un nuevo modelo de bono social que represente al menos un 50% de descuento y del que se beneficien las familias que cobren no más de dos salarios mínimos, que aumentarían hasta tres en función del número y características de miembros.

Por otra parte, la OCU denunció que la factura de la tarifa regulada oculta el precio de la energía. La asociación señaló que bajo el epígrafe «coste de la energía», la factura de los hogares con tarifa regulada PVPC recoge únicamente el importe total a pagar. Así, no consta el precio detallado del consumo en cada uno de los tramos horarios (punta, llano y valle), lo que dificulta el cambio de hábitos que pretendía la reciente reforma normativa e impide comparar el precio de la tarifa regulada PVPC con las del mercado libre, «lo que lastra la libre competencia».