Las luces de navidad de la ciudad de Toledo están siendo las grandes protagonistas este fin de semana. Fin de semana en el que se ha dado el pistoletazo de salida al espíritu navideño con el encendido de las luces, este viernes. En él se vivió uno de los momentos más insólitos, uno de esos momentos que nadie quiere que ocurra en una ocasión tan especial, pero que a veces, tristemente, acaban sucediendo.

Con la cuenta atrás… 3,2,1… el botón rojo (interruptor) listo para dar color a la ciudad, los malos augurios se hicieron realidad. Cuando este se accionó, el árbol de Zocodover no se iluminó. Ni se inmutó, ni una pizca de intento para igualarse a los millones de puntos de luz repartidos por la ciudad. Zocodover se quedaba con su abeto navideño apagado por un problema en el encendido. La buena noticia para los amantes de esta festividad es que ya podrán volver a poder disfrutar de su majestuosidad, pues los operarios han podido darle vida, gracias al trabajo incansable durante la noche. El árbol de navidad de Zocodover vuelve a lucir. 

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Sin embargo no ha sido este el único contratiempo que está sufriendo la capital regional con sus luces. Los chubascos del nordeste, las bajas temperaturas y sumado a los fuertes rachas de viento han hecho que los árboles de navidad instalados en el Puente de Alcántara hayan acabado por los suelos. Tal han sido los daños que han sufrido, que alguno de ellos a punto ha estado de precipitarse al río, quedándose colgando del pretil del puente. Otra imagen para el recuerdo. Los operarios, de nuevo, manos a la obra para que puedan volver a lucir como lo venían haciendo esta pasada noche, de color morado, y protagonistas de los millones de fotos que los vecinos y turistas se hacían junto a ellos.  Sin duda un nuevo revés, anécdota, de estas navidades en la ciudad de Toledo, que no se despierta de su pesadilla antes de navidad.