"El cine me lo ha dado todo, y es justo que lo ayude"

Juana Samanes
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Cada película que dirige e interpreta la convierte en un éxito de taquilla, con una fórmula sencilla: solo pretende entretener a todos los públicos

"Me arriesgo a estrenar porque el cine me lo ha dado todo"

Santiago Segura estrenó la pasada semana Padre no hay más que uno 2 y esta secuela está sirviendo para remontar la exigua taquilla de los cines tras el confinamiento. Su apuesta era arriesgada pero él lo tenía claro: «La situación que vivimos es muy deprimente, por eso creo que merece la pena, en estos momentos, estrenar una comedia de la que la gente salga feliz y alegre».

Su comedia parece que ha cambiado la tendencia y los espectadores están acudiendo a los cines. ¿Qué les diría a esas personas que todavía tienen miedo a ir a las salas?

Les diría que son unos sitios seguros. Miras hacia delante, no tienes gente a tu lado, no hablas, hay medidas higiénicas a la entrada… Los cines están ahora más tranquilos, higienizados y fresquitos, y espero que las familias encuentren un sitio agradable donde disfrutar… No hay muchas opciones de ocio este verano.

Tras el éxito de la original, ¿ha sido más complicado escribir esta secuela intentado de nuevo asombrar al público? ¿Cómo se reparte el trabajo con su coguionista Marta González?

Para mí es una bendición tener a Marta como guionista en estas comedias, porque los de Torrente los escribo yo solo y tardo muchísimo porque voy apuntando cosas a medida que se me van ocurriendo.

 

La familia numerosa aumenta en esta secuela. Tras encarnar ya dos veces a un padre de una prole, ¿ha sentido usted más respeto por este tipo de progenitores?

Efectivamente, siento mucho respeto de esos padres de familias que solo tienen dos manos para atender a su prole. Como yo tengo dos hijas puedo sacarlas a pasear pero, a partir de ahí, la cosa se complica. Me parece difícil ser padre de familia numerosa no solo a nivel económico sino también psicológico.

Cada uno de los niños tiene su momento de gloria. ¿Cómo ha sido trabajar de nuevo con sus hijas? Porque la pequeña, Sirena, tiene un papel con más recorrido.

Mi hija pequeña es muy espontánea y en la película hemos aprovechado su graciosa forma de hablar. Las más profesionales al final han sido ella y Luna Fulgencio, que interpreta a Rocío (mi hija la que quiere ser artista), porque eran como «miniactrices». La verdad es que una de las cosas de las que me siento más satisfecho es de los naturales que están los niños en esta comedia, es como si hubieran hecho un master de interpretación en la primera película. Ha sido muy fácil dirigirles y entraban en los códigos de interpretación muy rápido. Estaban como engrasados…Yo estoy feliz

¿Ha incluido aspectos personales?

En las dos películas he aportado cosas de mi vida, por ejemplo, cuando iba a ser padre, por primera vez, me obsesioné y mi mujer y yo poníamos música clásica en el embarazo de Calma para que saliera más inteligente. Hay momentos de la película que me lo paso francamente bien.  

Ha estrenado en unas fechas complicadas porque la gente tiene miedo a ir al cine. ¿Se lo pensó mucho?

Me arriesgué a estrenar en estas fechas porque el cine me ha dado todo lo que tengo, no es justo que yo no ayude. Gente más juiciosa me dijo: «no es el momento más óptimo». No sé si estoy haciendo bien, pero la economía tiene que reactivarse y los cines tienen que tener películas que atraigan a los espectadores, si no es así dentro de un año habrá supermercados donde estaban las salas de cine. La salud es lo primero pero la economía también es salud.