A diez días de la celebración del encuentro de semifinales de los ‘play off’ de ascenso a Segunda RFEF, el CD Toledo ya ha puesto la maquinaria en marcha. El consejo de Administración y la primera plantilla al completo visitaron este miércoles la sede Cabello Máquinas y Equipos, uno de los patrocinadores del club. El presidente, Joaquín Sánchez-Garrido, reconoció que confía mucho en el factor campo para acceder a la final y cumplir los objetivos. Además, no se ‘mojó’ a la hora de elegir rival porque piensa que «son los demás los que se tienen que preocupar de nosotros».

Por lo demás, el mandatario agradeció el apoyo de esta firma, que es «el reflejo de la dinámica que estamos consiguiendo con la ayuda de las empresas de la ciudad y de la provincia, y que para nosotros es fundamental».

De hecho, Sánchez-Garrido, según añadió, «un club es grande en función de la afición que tenga y de los apoyos con los que cuente del tejido empresarial y social». Anunció que, próximamente, se realizarán más visitas a otros patrocinadores que ya lo han solicitado.

Con la maquinaria en marchaVolviendo a la parte decisiva de la temporada, el presidente reconoció que, a la consecución de los objetivos, se la debe acompañar de «esfuerzo y trabajo». También deposita su confianza plena en el cuerpo técnico y en los jugadores, pues «van a preparar el partido con absoluta dedicación». En este sentido, el CD Toledo va a jugar sus bazas, según el regidor, y no se decanta por ningún equipo en concreto como rival.

Sí que espera contar de nuevo con el apoyo de la hinchada. Sánchez-Garrido anunció que en breve se sacará una nueva promoción para el partido del domingo 23 en el Salto del Caballo y está convencido de que «la afición va a responder, porque nunca falla». No se atreve a asegurar si se alcanzará este tope del 75 por ciento del aforo del estadio y considera que en los tres encuentros previos no ayudó «el mal tiempo y la previsión de lluvias». De todos modos, haber cuajado una segunda fase «muy buena, consagrada el pasado domingo contra el Quintanar», empujará a que los aficionados arrimen el hombro.