Los diputados provinciales del PP José Ángel Pérez Yepes e Inocencio Gil han exigido al presidente de la Junta, Emiliano García-Page, «que rehaga los presupuestos regionales para que se ajusten a la realidad de la COVID-19 y de la sociedad civil». En rueda de prensa, han pedido a Page «que se baje de donde está subido, que se centre en los ayuntamientos y en los castellano-manchegos y que se aleje de su compañero de trabajo Ciudadanos porque es una marioneta».
Han insistido en que escuche las propuestas del PP de Paco Núñez y reelabore unas nuevas cuentas atendiendo a las necesidades de los ayuntamientos «que somos los que estamos en la realidad de nuestros pueblos».
Los alcaldes de Los Navalucillos y Pepino han asegurado que Page «ha dejado tirado a los ayuntamientos durante esta pandemia y también a los ciudadanos, en unos momentos muy duros para la ciudadanía». Además, «se ha dedicado a ofender y a insultar», en referencia a las declaraciones que hizo sobre los maestros, «a los que acusó de querer 15 días de vacaciones»; a los sanitarios, a los que «regañó porque decía que se dedicaban a hacer vídeos en lugar de trabajar»; a los mayores que viven en residencias, de los que aseguró que «eran personas no válidas», o a los alcaldes, «de los que ha dicho que no han tenido que hacer nada más que cerrar parques y dejar de limpiar las calles».
«Ya está bien de que nos tomen el pelo», han asegurado los diputados, que han indicado que Page «aún puede enmendar la desastrosa gestión que ha realizado durante esta pandemia». Para ello, debe reunirse con Paco Núñez para elaborar otros presupuestos para los dos próximos ejercicios «que reflejen la realidad que está viviendo la región», donde se escuche «a los representantes de los colectivos y entidades que tienen mucho que decir sobre el antes, el durante y el después de la crisis sanitaria en la región».
Por otra parte, han recordado que Paco Núñez ha registrado en las Cortes Regionales la petición para la convocatoria de la Comisión de Estudio que el PSOE y Ciudadanos han incluido en su pacto ante la «inacción y la pasividad de los socios de gobierno que están más preocupados de blanquear a Page que de conocer el impacto real que la crisis del COVID-19 ha provocado en la región».