Los Hidalgos, rugby para todos

álvaro de la paz / yuncos
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Alrededor de 25 personas con algún grando de discapacidad forman parte de un equipo inclusivo sin apenas semejantes en España y Europa. Campeones nacionales por regiones, miran al Mundial del próximo verano en Irlanda

Los Hidalgos, rugby para todos - Foto: Joaquin Romera Garcia

Las andanzas del Quijote Rugby Club comenzaron en octubre de 2007 en Illescas. Su fundador, Horacio Ferreira, argentino y exjugador de élite, comenzó a reclutar interesados en un deporte entonces, también ahora, minoritario. Más de una década después, la entidad se ha transformado en la gran referencia de la disciplina en la provincia: al primer equipo se han sumado una sección femenina, otra de veteranos, siete niveles diferentes de equipos de cantera y un programa de rugby inclusivo que integra a personas con diferentes discapacidades.

«Es la joya de la corona», dice el presidente del Quijote, Javier Humanes, de su equipo de rugby para todos. Llegado al cargo en 2011, su labor se centra en el desarrollo de la disciplina y la proyección del espíritu de un juego que mantiene códigos diferentes al resto de los deportes de equipo. «Siempre digo que rugby inclusivo es una redundancia, el rugby es inclusivo por sí solo», apunta Humanes.

La práctica de este deporte permite, por ejemplo, que jugadores pesados y lentos sean importantes en determinadas posiciones del campo. Más allá de la competición, también hay un espacio para que las personas con alguna discapacidad compartan vestuario y juego con otros compañeros sin discapacidad. En el equipo sagreño, esa idea ha cristalizado en Los Hidalgos, su sección inclusiva.

Los Hidalgos, rugby para todosLos Hidalgos, rugby para todos - Foto: Joaquin Romera GarciaEl pasado mes de junio, 25 hidalgos viajaron hasta la localidad guipuzcoana de Hernani para participar en un encuentro de rugby inclusivo con diferentes equipos de todo el territorio nacional. Los sagreños fueron el club más numerosamente representado, el que más jugadores aportó en aquella cita. Hace apenas una semana, la selección de Castilla-La Mancha se proclamó campeona de España escolar de rugby inclusivo en Valladolid. Todos los jugadores con discapacidad del combinado regional pertenecían a las filas del Quijote.

La primera experiencia inclusiva del club llegó en el año 2008. Desde entonces, el propósito de integración ha sido una constante en el club. La formación definitiva de Los Hidalgos, años después, cristalizó ese deseo de intercambio recíproco entre las personas con discapacidad y sus asistentes, los dos actores que participan en los partidos de la modalidad de rugby inclusivo. En el Quijote señalan al campeonato mundial de la especialidad, que se celebrará en Irlanda durante el verano de 2020, como el próximo reto para la sección. El proyecto institucional ahonda en el necesario carácter competitivo del deporte, pero desde la dirección remarcan la importancia del bagaje vital y de desarrollo social y personal que quedan tras los viajes, las convivencias y los torneos disputados.

«La hidalguía sugiere nobleza», indica Humanes, quien recuerda que para la familia del Quijote «el rugby es un medio, no un fin». La experiencia relativa a la inclusión cuenta con pocos precedentes en Europa y casi ninguno en España. El pasado otoño, Yuncos acogió un torneo cuadrangular de esta modalidad: participaron, además de los locales, el Almería, el Salvador de Valladolid y el Hernani. Su capacidad de atracción no ha pasado desapercibida para la Administración pública. El próximo mes de septiembre, el club organizará un congreso sobre discapacidad en el deporte. Promovido por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes, contará con el respaldo de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), que otorgará créditos ECTS a los participantes y asistentes. El evento se celebrará a la vuelta del verano en la provincia de Toledo, posiblemente en la localidad de Illescas.

Los Hidalgos, rugby para todosLos Hidalgos, rugby para todos - Foto: Joaquin RomeraLa fiesta de fin de curso del Quijote evidenció la realidad de que el rugby es un deporte para todos. Los jugadores de los diferentes niveles, sin distinción de edad, sexo o capacidades mentales, se dividieron en cuatro combinados diferentes: blancos, azules, morados y naranjas. Las pachangas, en modo tocata (sin placaje, parando el juego tras el toque del rival), permitieron equipos mixtos, perfectamente representativos de la realidad de la gran familia del club sagreño.

Saúl, el capitán de los hidalgos, ha venido alternando su papel en esta sección con actuaciones en las categorías sub 16 y sub 18. Cumplida la mayoría de edad, el próximo curso personificará un hito: será el primer jugador con discapacidad mental que jugará en el primer equipo del Quijote. La banda espera a este rápido ala, atrevido sobre la hierba y valiente fuera de ella. Quien presume de capitanía y la exhibe orgulloso afronta un nuevo reto. Integración plena.