Llegó Irene Villa al colegio Santiago el Mayor a recibir la Cruz de Santiago a los Valores Humanos entre la admiración de muchos, que le pedían una foto, o solo querían conocerla. No dijo que no a nadie y siempre esbozó una sonrisa. Sobre el escenario, dio un discurso totalmente en positivo, basado en la necesidad de perdonar, pero también de tener valores humanos, tratar de autosuperarse, buscar retos y, por supuesto, amar.

¿Qué supone para Irene Villa recibir un premio como este  Premio Cruz de Santiago El Mayor a los Valores Humanos?

Me hace muchísima ilusión. Sobre todo para poder contagiar a los jóvenes que se gradúan del colegio los valores humanos, que creo que ciertamente es lo necesario en la vida. Creo que es lo único con lo que tenemos que viajar y transitar por el mundo. Teniendo eso, creo que la vida es mucho más fácil.

Ha venido a Toledo casi en las mejores fechas. ¿Conocía antes Toledo y su fiesta grande?

¿Cómo no voy a conocer Toledo? Vivo en Madrid y vengo aquí mucho. De hecho, siempre traigo aquí a todos mis amigos extranjeros, porque es lo más turístico y lo más bonito. Hay que ver la historia que hay aquí.

A lo que no he venido es al Corpus, y no sé si podré venir, porque la semana que viene tengo un montón de eventos con los niños.

Destaca el jurado en su decisión que Irene Villa es ejemplo de superación y perdón abogando siempre por la necesidad de perdonar. ¿Está ahí la clave?

Yo creo que todos tenemos algo que perdonar en nuestro interior, incluso algo que no somos conscientes que nos limita. Pero el no perdonarte te limita mucho más que una discapacidad. Creo que todos necesitamos tener ese aprendizaje en la vida. 

Entonces, ¿el perdón es terapéutico?

Es terapéutico porque te libera de un pasado difícil, de una pareja o de una persona que te hace daño. Es evolucionar, es crecer, si no perdonas, vives anclado al dolor. 

Un colegio es el mejor sitio para poder hablar de todo esto.

Por supuesto, porque cuando son más pequeños es cuando más abiertos están a todo, y mejor aceptan lo que les dices.

Pero parece que en esta España de la crispación da más rédito el enfrentamiento que el perdón.

Yo trabajo en medios, en Televisión Española, en Telemadrid, en La Razón, en Yo Dona, y sin embargo, me mantengo totalmente al margen de las noticias políticas, porque me dan... yo no sé cuál es la palabra, si bochorno, pereza o disgusto. Porque pienso que España es un país maravilloso y que deberíamos ir todos a una. Cuando oigo enfrentamientos absurdos y pérdida de tiempo me pregunto si de verdad es necesario estar discutiendo tanto cuando hay tanto por hacer.