La Nocturna de Toledo alcanza los 700 inscritos

J. M. Loeches
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La organización confía en cerrar las inscripciones con mil atletas para una prueba que, probablemente, tenga que ser cien por cien virtual

La Nocturna de Toledo alcanza los 700 inscritos - Foto: Yolanda Redondo

Ya son 700 los atletas inscritos para la décima tercera edición de la Nocturna de Toledo, que se celebrará el próximo 28 de noviembre. El objetivo de la organización, a cargo de la Asociación de Vecinos La Mezquita, es que se pueda celebrar de manera individual con una meta en Zocodover, abierta durante cuatro horas, desde las 18:00 a las 22:00 horas.

De todos modos, como admite Rubén Lozano, alma máter de la prueba, ya ronda en el ambiente que al final la carrera se dispute cien por cien virtual. El motivo no es otro que el incremento de casos de COVID-19 y la entrada en vigor de medidas de restricción en Toledo capital y los municipios de su área sanitaria. De este modo, lo más probable es que se deje a los inscritos la libertad de salir a correr los kilómetros que cada uno quiera durante ese día.

Por lo demás, los organizadores confían en cerrar las inscripciones con mil participantes, a pesar de que la idea inicial era llevar hasta los dos mil. Lógicamente, cunde el pesimismo por la situación de la crisis sanitaria en la provincia y, por eso, el ritmo de las inscripciones no ha sido el deseado. Lo que sí hay intención de mantener es la entrega de dorsales, de la camiseta y de la bolsa del corredor. En principio, los atletas podrán retirarlo en unas horas concretas, aunque se informará más adelante de la decisión. Hay que recordar que la camiseta de la prueba servirá para homenajear a los sanitarios y todo el personal que ha trabajo en primera línea durante la pandemia del coronavirus.

Por eso, en la parte trasera llevará los logotipos de los sanitarios, la Policía, la UME, la Guardia Civil, etc. Por delante, se podrá leer el lema ‘Resistiré’, en alusión a la canción de El Dúo Dinámico que fue el himno del confinamiento.

También habrá un guiño al centenario de la muerte de Benito Pérez Galdós, que se conmemora en este 2020.