Teo García califica al deán como «embajador de la cultura»

Jaime Galán
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El concejal de Cultura le agradece su «colaboración» y su «predisposición» ya que «no dudaba nunca» en abrir el Templo para cualquier manifestación cultural como Ciencia a la Carta, la Noche del Patrimonio o el Festival de Música El Greco en Toledo

Juan Miguel Ferrer, deán de la Catedral de Toledo. - Foto: Víctor Ballesteros

«Es un asunto en el que el Ayuntamiento de Toledo no tiene que intervenir», reiteraba Teo García ante la pregunta sobre la polémica del videoclip de C. Tangana y Nathy Peluso en la Catedral. Lo diferente, en esta ocasión, es que era la primera vez que se le preguntaba tras la dimisión de Juan Miguel Ferrer como deán de la Catedral.  Por ello, el concejal Teo García, después de esquivar la polémica sobre el vídeo,  sí quiso agradecer a Ferrer su predisposición que «siempre ha tenido para atraer eventos culturales al Templo Primado».

El edil de Cultura considera que Juan Miguel Ferrer  ha sido el precursor de muchos eventos culturales o musicales para los toledanos, que gracias a su visto bueno, «han podido asistir en la Catedral a conciertos de música clásica, o a Batalla de Órganos», a la vez que le ha considerado como un «embajador de la cultura» porque «no dudaba nunca» en abrir el Templo para cualquier manifestación cultural en la ciudad como Ciencia a la Carta, la Noche del Patrimonio o el Festival de Música El Greco en Toledo.

Una postura del Ayuntamiento que llega tras la dimisión adelantada de Ferrer, puesto que su mandato concluía el próximo 5 de noviembre, tras reunirse con el Arzobispado de Toledo.  

En dicha cita, Ferrer y el arzobispo, Francisco Cerro,  pactaron que el deán pidiera perdón por los hechos acontecidos en nombre de la institución. Además, en el comunicado del Arzobispado se hacía referencia a que, según la normativa vigente, cualquier cantidad económica recibida como contraprestación sería destinada a obras sociales.

En los minutos posteriores a la publicación de la nota de prensa, Juan Miguel Ferrer se pronunciaba ante los medios de comunicación dando voz a ese «perdón institucional», pero pidiendo también «caridad y respeto» hacia su figura, porque afirmaba que todas las decisiones fueron tomadas con «buena intención».