Uno de los objetivos de la Agenda 2030 es la igualdad. La jornada ‘40 Años de políticas culturales locales: Cultura local, democracia, desarrollo’, organizado este martes en Toledo por la FEMP y el Ministerio de Cultura y Deporte, ha predicado con el ejemplo durante la mesa redonda ‘Cultura y Agenda 2030’, en la que han intervenido cuatro mujeres. Fueron Cristina Gallach, alta comisionada para la Agenda 2030 del Gobierno; Ana Muñoz, viceconsejera de Cultura y Deporte de la Junta; Carmen Silva, presidenta de la Diputación de Pontevedra; y Ángeles Armisén, presidenta de la Diputación de Palencia.

Gallach ponía precisamente la presencia de cuatro mujeres en la mesa como ejemplo del cambio que he experimentado España en los procesos de igualdad, un cambio muy importante en la presencia de mujeres en las políticas públicas, aunque en el sector privado el proceso es más lento. La comisionada explicó que si hace cuarenta años la cultura sirvió como gran anclaje de la democracia y el desarrollo de los municipios y las administraciones más próximas, «la Agenda 2030 nos va a servir como marco de acción para ordenar todas las políticas públicas hacia el desarrollo inclusivo y la preservación del medio ambiente hacia una aceleración de las transformaciones que debe hacer nuestro país». También permitirá la movilización del sector privado.

Ana Muñoz apuntó que el Gobierno de Castilla-La Mancha tiene muy claro el compromiso con la Agenda 2030, una agenda «que es necesaria para evolucionar, para seguir adelante, y sobre todo para tener un crecimiento acorde con las necesidades del planeta». A su juicio, la cultura tiene que ser aquí un cuarto pilar, porque «una de las causas por las que no se alcanzaron los Objetivos del Milenio fue que no se introdujo la cultura como elemento transversal, como origen de conflicto y resolución de los mismos». La Junta adecuará, por lo tanto, su Plan Estratégico de Cultura a esta Agenda.

Armisén explicó que la Diputación de Palencia es una de las primeras administraciones de España que ha alineado en sus presupuestos cada una de sus partidas con uno de los objetivos de desarrollo sostenible, «porque no solo hay que hacer discursos, sino que también hay que comprometerse económicamente con acciones, con dinero y con políticas». En la Diputación se toma la cultura como un elemento fundamental en las sociedades, que no siempre viene acompañado por una buena situación económica. De ahí que haya que preservar la cultura «por encima de la situación económica para la pervivencia y la transformación de la sociedad». Armisén apuesta por una cultura «como algo que nos hace más felices, y sobre todo, a las sociedades más avanzadas». Finalmente, la cultura puede estar vinculada a los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030.

La presidente de la Diputación de Pontevedra, Carmen Silva, explicó que todas las áreas de su Gobierno están centradas en los objetivos desarrollo sostenible. En lo que a Cultura se refiere, se han ligado a ella los 17 objetivos, «y todos nuestros presupuestos y acciones tienen como objetivo tienen alcanzar entre 2020 y 2025 los objetivos de desarrollo sostenible».