Del 'pencak-silat' indonesio al canto falak de Tayikistán

C. S. Jara
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La cerámica es una de las 41 candidaturas de todo el mundo que aspiran a inscribirse en la lista de bienes inmateriales

Del ‘pencak-silat’ indonesio al canto falak de Tayikistán

Los conocimientos, técnicas, tradiciones y prácticas vinculadas al cultivo y explotación de la palma datilera en 16 países, desde Arabia Saudita a Yemen; la fiesta del Señor Jesús del Gran Poder, que tiene lugar el día de la Santísima Trinidad en la ciudad de La Paz (Bolivia) y en la que desfilan unos 40.000 fieles; o el ‘pencak-silat’, un arte marcial tradicional de Indonesia en el que los practicantes aprenden a mantener viva su relación con Dios, los seres humanos y la naturaleza, así como a dominar diferentes técnicas para afrontar agresiones autodefendiéndose. Estas son solo algunas de las propuestas, en algunos casos milenarias, que, como la cerámica, aspiran a lograr la inscripción en la Lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la Unesco

En total, son 41 las candidaturas que aspiran al reconocimiento y que serán examinadas en la reunión del Comité intergubernamental encargado de la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial que arranca mañana en Bogotá.  

Hasta ahora, la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad incluye 429 elementos correspondientes a 122 países diferentes, que se han ido sumando desde que arrancara en 2008 con las primeras 90 inscripciones. El año pasado se anotaron un total de 31 nuevos bienes, entre ellos las tamboradas españolas. Con esta incorporación, España cuenta con un total de 18 elementos inscritos, una parte de ellos en expedientes compartidos con otros países, como es el caso de la cetrería, la construcción de muros de piedra seca o la dieta mediterránea. 

La de la cerámica es la única propuesta que presentan para bien inmaterial tanto España como México, lo que da buena muestra de la apuesta de ambos países por conseguir la inscripción.

La Lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad ganará a buen seguro nuevos miembros. Su propósito es dar visibilidad y salvaguardia a nivel internacional a las prácticas y expresiones culturales que alcanzan la inscripción.  

Precisamente preservar para el futuro el tesoro que suponen esa parte de la cultura es una de las principales razones que han llevado a promover la declaración. Para que la cerámica siga siendo el bien cultural que ha sido desde hace siglos.