En la era del fútbol monetizado hasta la extenuación, ‘eliminar a pocos’ es una de las claves para mantener vivo el negocio. Terminó la primera fase, muerta en 36 partidos, y de los 24 equipos solo ocho se han quedado por el camino. Los otros, en mayor o menor medida, han cumplido con las expectativas. Italia, Bélgica, Países Bajos e Inglaterra (de la A a la D) sin mayores problemas, España es el único claro favorito de su grupo que no termina primero y fue divertido ver la resolución del colosal galimatías del F, donde finalmente fue Hungría (con más puntos y goles de los previstos) la que se quedó fuera entre tanto ‘gigante’.

Imágenes como el desvanecimiento de Eriksen, el golazo del checo Schick desde el centro del campo, el Puskas Arena lleno (68.000 espectadores en Budapest) recordándonos imágenes de la vieja normalidad del fútbol, el soberbio 2-4 del Portugal-Alemania… Han sido 94 goles, una media de 2,62 por partido jugado, repartidos de forma desigual por los distintos campeonatos: la Serie A (26) y la Bundesliga (22) son las que más tantos han aportado a la Eurocopa. La Premier, 17. La Liga española, solo cuatro.

Esta Eurocopa está mostrando al mundo un claro cambio de tendencia en el fútbol europeo. Algunos campeones de Liga como el Atlético de Madrid o el Inter de Milán (que logró destronar a la Juventus nueve años después) apostaron por la defensa de tres centrales. También lo hizo Tuchel al llegar al Chelsea, con el que se proclamó campeón de la Copa de Europa. Este dibujo lo usarán en octavos de final Gales, Suiza, Bélgica, Dinamarca, Países Bajos, Austria e incluso Alemania. Es la Eurocopa de los carrileros, del 5-3-2.

Posesión y acierto

La estadística en la que España sí ha sido líder es la de la posesión: entre los tres partidos, la Roja tiene un 68,7 por ciento de acumulado. Alemania es segunda (61,3) en un ‘ranking’ cerrado por Hungría (apenas un 34,7 por ciento en el ‘grupo de la muerte’). Las dos primeras selecciones también dominan el apartado de la precisión: la ‘Mannschaft’ es la mejor del torneo con un 89,7 por ciento de acierto en el pase. Toni Kroos es el primero (291 completados) y en el ‘Top 10’ están David Alaba (281), Aymeric Laporte (256) y Koke Resurrección (241).

Grupo A. Italia, por encima de lo esperado

Italia cumplió el guion por encima de muchas expectativas. Llegaba con la mejor marca del planeta en partidos sin derrota y la ha ampliado con suficiencia: son ya 30 duelos seguidos y los últimos 10, además, sin recibir un solo gol: el 1-1 de noviembre de 2020 ante Países Bajos fue la última vez que a Donnarumma le han batido. En la Euro, siete a favor y ninguno en contra (su +7 es el mejor balance de cualquiera de los grupos), con descubrimientos como Spinazzola, el más rápido del torneo continental según datos oficiales de la UEFA, dando un pico máximo de 33,8 kilómetros por hora. Gales y Suiza, aprovechando la debilidad de la jovencísima Turquía, se colaron en octavos con un fútbol sin brillo y previsible.

Grupo B. Ni problemas ni rivales para la gran Bélgica

Bélgica, de menos a más, dio forma a la idea con la que Roberto Martínez quiere lanzar a los ‘diablos rojos’ a por su primer gran campeonato. Romelu Lukaku es la punta de lanza de un equipo asombroso de medio campo hacia adelante que, a pesar de haber concedido solo un gol, ha sufrido bastante atrás (Courtois ha tenido más trabajo del necesario en un cuarteto relativamente asequible junto a Dinamarca, Rusia y Finlandia). Más autoridad que buen fútbol a cuentagotas y casi siempre en las botas de Kevin de Bruyne. Dinamarca ha sido la otra clasificada del grupo, sobreponiéndose al duelo más extraño y penoso del campeonato, aquel ante Finlandia (1-0) del desvanecimiento de Christian Eriksen.

Grupo C. De Boer oficializa el gran cambio de la ‘Oranje’

Países Bajos (junto a Italia) ha sido la mejor selección de la primera fase y un serio peligro a quienes no creían en el cambio de modelo propuesto por De Boer: parecía una herejía tocar el 4-3-3 para convertirlo en un 5-3- 2… y, sin embargo, la 'Oranje' parece ahora más sobria y ágil. Buena parte de la 'culpa' está en los laterales, concretamente en el derecho, donde vuela Denzen Dumfries, clave en cinco de los ocho goles logrados por la selección neerlandesa, la más anotadora del campeonato. Wijnaldum y Depay han sido los otros nombres de un grupo donde Austria mereció más (y lo consiguió) que la siempre irregular Ucrania, aún viva de milagro en el torneo. Macedonia del Norte pagó su debut con tres derrotas.

Grupo D. Inglaterra: con el freno de mano y en primera

Exceptuando el primer día de competición (y ni siquiera eso pues estuvo atenazada en muchas fases del partido ante Croacia), Inglaterra ha estado por debajo de las expectativas. Ni un gol encajado, no, pero solo dos anotados en un equipo donde juegan Sterling, Mount, Foden, Kane, etcétera. Como si jugar en Wembley fuese una presión añadida, los ‘tres leones’ siguen sin darle continuidad a un fútbol que ha brillado por su ausencia en el Grupo D: ni siquiera Croacia, apoyada a duras penas en chispazos de genialidad de Modric, ha podido demostrar por qué fue la última finalista del Mundial. Solo el increíble gol del checo Schick (el más lejano en una Eurocopa) mereció la pena una entrada de este grupo cerrado por Escocia.

Grupo E. La ‘España de los fallos’ que no pudo ser líder

Dos empates inesperados y consecutivos condenaron a España a irse (a priori) por el lado complejo de la Eurocopa, ya que la rocosa Suecia aprovechó la coyuntura. La selección de Luis Enrique tuvo la pelota pero no todo el fútbol que deseaba, y los errores en las dos últimas decisiones (pase y gol) le penalizaron sobremanera ante los suecos y ante Polonia. Ese segundo puesto dibuja un camino CroaciaFrancia rumbo a semifinales. En un grupo al que España (país) jugó a que Morata fuese un ‘meme’ andante, el nombre propio se lo quedó Robert Lewandoski. Ni siquiera sus tres goles fueron suficientes para clasificar a Polonia, una mediocridad de equipo al servicio de una estrella.

Grupo F. Incluso Hungría puso su granito de arena...

No había duda de que el F era el grupo en el que poner el foco... pero incluso Hungría, por la que nadie apostaba un céntimo, puso su granito de arena para contribuir al espectáculo: le cuestionó el triunfo a Portugal y le sacó dos empates a Francia y Alemania. Los magiares salen de la Euro con notable alto a pesar de la eliminación porque se encontraron con una Francia al ‘ralentí’, como si quisiera guardarse mucho más de lo que tiene para la fase final; con una Alemania indescifrable, capaz de arrollar brillantemente a Portugal en el mejor duelo de la primera fase y de sufrir horrores en casa ante Hungría; y con una Portugal donde Cristiano Ronaldo sigue marcando para ampliar (aún más) una leyenda ya inabarcable.