Repasos de última hora, corrillos a la sombra y paseos de un lado a otro esperando a pasar al siguiente examen. La Fábrica de Armas ha acogido esta mañana la convocatoria extraordinaria de la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU), unas pruebas que concentraron en Toledo a 400 alumnos de Bachillerato que buscan aprobar y sacar nota estos tres intensos días de exámenes para elegir carrera universitaria. Estas pruebas ya no se celebran en septiembre como venía siendo habitual hasta el año pasado, ya que el calendario se ha adelantado a julio.

El campus de la Fábrica de Armas tenía mucha vida a media mañana, justo tras el descanso de ese primer examen de Lengua y Literatura que ha inaugurado la primera jornada. La mañana transcurrió sin incidencias y los 400 alumnos convocados se presentaron con vitalidad, algunos con más sueño que otros por los nervios o el estudio de última hora, pero en líneas generales la convocatoria se saldó con normalidad y el optimismo tras el primer examen se palpaba en el ambiente.

«Los exámenes son relativamente fáciles si se tiene aprobado el curso de Bachillerato», recordó Ana María Rodríguez Cervantes, profesora y miembro de uno de los dos tribunales habilitados para estas pruebas. Los 400 alumnos se han dividido entre dos tribunales -A y B-, y todos esperan con cierta impaciencia las notas que estarán listas el viernes.

Cada alumno recibirá su nota por correo electrónico. Las reclamaciones para la revisión de notas podrán efectuarse el 8, 9 y 10 de julio y se materializará el 11 de julio. En este caso, la revisión se realizará por un profesor distinto al que lo hizo en la primera ocasión. Si existiera una diferencia de dos o más puntos entre la primera y la segunda corrección habría una tercera por parte de otro profesor.

En esta convocatoria se han inscrito 1.604 alumnos en Castilla-La Mancha, un 10% menos que el año pasado, y realizarán durante tres jornadas los exámenes en alguna de las diez sedes habilitadas en las distintas provincias. Es la segunda vez que se realizan estas pruebas, ya que a principios de junio se celebró la convocatoria ordinaria de Acceso a la Universidad, que contó con 7.765  estudiantes en la región.

El procedimiento es similar al celebrado en junio. A la entrada del Campus de la Fábrica de Armas se anunciaban los institutos que pertenecían a uno u otro tribunal para que los alumnos no se perdieran por las instalaciones. Los profesores repartieron los exámenes en las mesas vacías y después se da paso a los alumnos. A todos se les facilita una hoja de etiquetas con un código de barras, una pegatina que tendrán que colocar en cada uno de los exámenes que entreguen durante estas tres jornadas.

En algunos corrillos se comentaba que los alumnos que se examinan en la convocatoria extraordinaria pueden tener dificultades a la hora de optar por un grado universitario determinado. En este caso, la profesora Ana María Rodríguez, deja claro que hay oportunidades «y nadie que quiera realizar estudios universitarios se va a quedar sin hacerlo porque plazas hay en muchas carreras», aunque el acceso a las más demandadas y las que exigen notas más altas se antoja complicado en esta convocatoria. «Puede ocurrir que sea complicado ahora entrar en Medicina, por ejemplo, porque es muy demandada y con notas muy altas», pero la profesora insiste en que hay otros muchos estudios con plazas disponibles que también pueden interesar a buena parte del alumnado.

buena coordinación. El consejero de Educación, Ángel Felpeto, también está contento con el transcurso de esta convocatoria extraordinaria. Ha asegurado además que el profesorado se prepara durante «todo el año» para la coordinación y la realización de estas pruebas de acceso a la Universidad, con lo que «la mecánica» de estas jornadas se lleva a cabo con normalidad y pericia.