Francisco Cerro Chaves será el nuevo Arzobispo de Toledo

Redacción
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El actual arzobispo, Braulio Rodríguez Plaza, anunció el nombramiento del todavía obispo de Coria-Cáceres, Francisco Cerro Chaves, como el encargado de relevarle en dos meses

Francisco Cerro Chaves será el nuevo Arzobispo de Toledo - Foto: Yolanda Lancha

Solicitando a los toledanos que reciban a Francisco Cerro «como el que viene en nombre del Señor», el todavía arzobispo de Toledo destacó que quien viene a sustituirle en el cargo es muy conocido por él ya que «desde octubre de 2002 fui su obispo en Valladolid, donde  era director del Centro de Espiritualidad» y «tampoco es una persona desconocida para gran parte de los sacerdotes de Toledo y para muchos religiosos y fieles laicos». Y es que «en nuestro seminario terminó su formación sacerdotal y aquí, en la Archidiócesis toledana, ejerció el ministerio sacerdotal en sus primeros años como pastor». No en vano, desde su ordenación sacerdotal «ejerció su ministerio en la parroquia de san Nicolás y fue también en la ciudad toledana colaborador en la parroquia de Santa Teresa y director de la Casa Diocesana de Ejercicios».

Por ello, Braulio Rodríguez evidenció la «relación fraternal» mantenida con el todavía obispo de Coria-Cáceres (desde septiembre de 2007), a quien felicitó y ayudará «en lo que necesite porque no tendré ningún secreto con él». En este sentido, y siguiendo el protocolo marcado por la Santa Sede, el arzobispo de la ciudad abrió la carta -hasta las doce de la mañana bajo secreto pontificio- en la que se  aceptaba su renuncia y se situaba a Cerro Chaves al frente de la diócesis de Toledo, siendo el arzobispo número 121 de la Archidiócesis de Toledo.

Nacido en Malpartida de Cáceres el 18 de octubre de 1957, y ordenado sacerdote en Toledo el 12 de julio de 1981 -«seguro que fue un día caluroso, recuerdo bien el buen calor de aquel otro 12 de julio de 2009, en que ordené sacerdotes por primera vez en la Catedral de Toledo»- el nuevo arzobispo de la Primada, tras estudiar en Roma Teología Espiritual y defender su tesis doctoral en la Pontificia Universidad Gregoriana (1997), fue enviado en 1989 por el Cardenal Marcelo González Martín a Valladolid, «donde mi antecesor en esa Archidiócesis, Monseñor don José Delicado Baeza, le encomendó tarea de director del Centro de Espiritualidad en el Santuario de la Gran Promesa de Valladolid».

En los años que transcurren entre octubre 2002 y junio de 2009, Braulio Rodríguez apuntó que «trabajamos don Francisco y yo, como arzobispo de Valladolid, muy estrechamente no solo en el campo de la espiritualidad, sino en la Delegación de Pastoral Juvenil de la que era delegado». Justo, concretó, «hasta su nombramiento de Obispo de Coria-Cáceres». En la Conferencia Episcopal Española es miembro actualmente de la Comisión Episcopal de Clero y de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación con la Iglesias. Antes, fue miembro de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada (2007-2017) y de Apostolado Seglar (2008-2011).

Por todo ello, y hasta que se haga efectivo la toma de posición de Francisco Cerro -en aproximadamente «un par de meses»-, el todavía arzobispo exhortó «de corazón a todos los católicos toledanos desde los arciprestazgos de La Mancha, hasta las parroquias extremeñas en los arciprestazgos de Guadalupe, La Puebla de Alcocer y Herrera del Duque, a recibir a don Francisco» de la misma con «la acogida que me dispensasteis hace diez años y medio, en 2009, como vuestro Obispo» ya que, apreció, «él necesita ahora de vosotros, como lo necesité yo».

Reconociendo, el actual arzobispo, que «conoció la decisión tomada por el Vaticano el pasado sábado, por lo que ha tenido tiempo para digerir la noticia», admitió que «esta era una realidad que tenía que llegar más tarde o más temprano». Sobre su futuro, señaló que no dejará de pertenecer a la diócesis, «ya que ocuparé el cargo de administrador apostólico hasta la llegada de Cerro Chaves», y posteriormente seguirá siendo arzobispo emérito.