Una vuelta que será difícil para el Poseidón

Raquel Jiménez
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El retorno a los entrenamientos para el club talaverano estaría fijado en la fase 2 de la desescalada planificada por el Gobierno nacional que comenzaría el 11 de mayo

El waterpolo es un deporte de contacto. - Foto: L. T.

El Waterpolo Poseidón, como sucede en todos los deportes, tiene a sus cerca de 80 jugadores parados por el estado de alarma sanitaria: 36 son los jugadores federados a los que se añaden los más de la treinta  de la escuela. La decisión del club fue «adelantar las vacaciones al ver que las competiciones se estaban empezando a dar por terminadas» según indica la jugadora y entrenadora, Marta de Lucas. El club suele dar las vacaciones en el mes de agosto pero, dada esta situación, «el descanso lo estamos dando ahora en abril». De cara a mayo, «empezaremos a tele entrenar y a ver cuando tenemos acceso a la piscina, pues la pretemporada este año va a ser larga».

En cuanto a la vuelta a los entrenamientos, en el plan de desescalada «estaríamos en la fase 2 porque somos equipos federados, pero lo que indican es muy complicado porque hablan de mantener la distancia en una calle de una piscina y, aunque queramos, no es así». De todos modos, en el club talaverano son conscientes de que «no nos planteamos jugar por cuestiones sanitarias porque el waterpolo es un deporte de contacto, tenemos que estar unos pegados a otros y sabemos que, por cuestiones de salud, eso no es ahora lo más conveniente». Ante esto, «la idea era hacer más trabajo físico»; a este respecto, pone de relieve que «nosotros podríamos salir a correr, pero lo que verdaderamente tenemos que hacer es ir a nadar». Ante esta imposibilidad por ahora, «supone que la vuelta va a ser mucho más difícil».

Por otro lado, el Waterpolo Poseidón tiene a dos equipos, absoluto femenino y cadete masculino, clasificados para unos campeonatos nacionales que «estamos seguros de que no va a haber». Y el conjunto femenino tenía posibilidades de ascenso: «Las chicas estamos a un nivel que cuando vamos, lo hacemos con opciones; estamos para plantar cara y dar la campanada en cualquier momento».

Sueños deportivos que se han ido al traste, aunque Marta de Lucas aclara que «hemos sido felices soñando». Y es que se muestra especialmente preocupada por «quién va a volver porque en nuestro deporte es muy complicado teletrabajar y, aunque intentamos mantener el contacto a través de redes sociales, al final te estás desvinculando». Insiste en que «tengo miedo a la vuelta, al día en el que yo llame a mis chavales  y les cite en la piscina». Cuando llegue ese momento, «me muero por decir tenía 23, llego a la piscina y sigo teniendo 23». Tradicionalmente, los estudios y cambios de residencia suele apartar a los jugadores de club, pero De Lucas es consciente que la pandemia, «les va a terminar de desvincular y les vamos a perder». De hecho el Poseidón suspendió «por seguridad» los entrenamientos «antes de que se decretase el estado de alarma (miércoles 11 de marzo».

El club disputó sus últimos partidos el 8 de febrero en febrero y «fue el día que ganamos las ligas cadete y femenina». Por tanto, tienen muchas ganas de volver a los entrenamientos; Marta de Lucas explica sobre la utilización de las instalaciones que «la gente que se dedica a la natación y al waterpolo no utilizan los vestuarios de la piscina porque nosotros estamos acostumbrados a cambiarnos fuera con una toalla»; eso sí, ahora será «manteniendo la distancia social». Precisamente, hace un llamamiento al señalar que «nosotros vamos a esperar a todo el mundo».