El Prado vendió la casa heredada en Toledo por 140.000 euros

L.G.E.
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El inmueble lo legó la profesora Carmen Sánchez para que se empleara para la compra y restauración de obras. En 2020 se presentará una exposición con las que se han adquirido

El Prado vendió la casa heredada en Toledo por 140.000 euros - Foto: EUROPA PRESS

El Museo del Prado ha dejado de tener casa en Toledo. La ha vendido para cumplir con la voluntad de quien se la dejó en ‘herencia’. El 14 de julio de 2016 falleció Carmen Sánchez García, licenciada en Historia, profesora y Amiga del Museo del Prado. Fue en 2017 cuando saltó la noticia de que dejaba su patrimonio, entre los que figuraba una casa en Toledo y 800.000 euros a la pinacoteca, con el expreso deseo de que se utilizara para ampliar la colección del Prado y para la restauración de sus obras.

Lo hizo a través de mandato testamentario y fue el 6 de marzo de 2017 cuando el director del Museo resolvió la aceptación de la herencia, lo que también tuvo que ser aprobado por la Comisión Permanente del Real Patronato del Museo.

Durante ese año se iniciaron los estudios pertinentes para abordar la tasación de la vivienda de Toledo, pero fue el año pasado cuando se vendió, tal y como han confirmado a La Tribuna fuentes de la pinacoteca. La casa se vendió por un importe de 140.000 euros. El dinero conseguido con esta operación se suma a los 800.000 euros que legó directamente (la transmisión de fondos se realizó en 2017) y el montante se destinó al fin de su legado, que es la adquisición y restauración de obras.

Además a lo largo de 2017 y 2018 se realizaron estudios de los objetos que encontraron en el inmueble de Toledo y en la vivienda en la que Carmen Sánchez García vivía habitualmente en Madrid (que era de alquiler)para determinar qué piezas se podrían incorporar al Museo del Prado por su valor.

Estampas, libros y muebles. De hecho en la Memoria Anual de 2017 se especifican los objetos que se incorporaron a la institución como como la colección de diez estampas que adornaban las paredes de su domicilio en Madrid, algunas tallas del siglo XVIII y mobiliario antiguo. También la biblioteca de esta profesora del Arte pasó a la del Museo del Prado.

La decisión de Carmen Sánchez por su amor al Prado ya ha dado sus frutos y el año que viene la pinacoteca los compartirá con todos sus visitantes. Está previsto que en otoño de 2020 se presente una exposición con las obras que se han podido adquirir gracias a esta profesora de Arte. La iniciativa de esta exposición ya venía recogida en la Memoria aprobada por el Prado en 2017 y en la página web de la institución está anunciada, aunque sin precisar las fechas exactas ni las obras que se expondrán.

La única pista que hay de las obras adquiridas con el legado de Carmen Sánchez está en la web del Museo del Prado en el anuncio que hay de la exposición que van a hacer a propósito. La imagen que ilustra el anuncio es el ‘Retrato de un caballero’ de Adriaen Thomasz Key, un pintor flamenco del XVI del que el Prado ya tiene el óleo ‘Retrato de familia’.

 

El legado de una profesora de Arte

Carmen Sánchez García dejó expresamente 800.000 euros y una casa en Toledo «para la adquisición y restauración de cuadros, específicamente». Pero además algunos de sus bienes, de interés artístico, histórico o para la investigación, han pasado al Museo del Prado.

La biblioteca. En 2017 el Museo del Prado amplió su biblioteca con 681 obras donadas. Entre ellas están los libros de la biblioteca de Carmen Sánchez, que destaca la pinacoteca en su Memoria de 2017, resaltando que era una «estudiosa del mundo del arte».

Tallas españolas del XVIII. Son dos anónimos, un Niño Jesús de madera policromada y un San Juan Bautista.

Un busto de Chaikovski. Es del siglo XX, de Carlos Velázquez. De bronce y mármol.

Muñecos. Hay una muñeca de madera, un muñeco de origen alemán y otra muñeca de composición con ojos durmientes y pelo.

Estampas. ‘La Abadía de Saint-Winoc, en Bergues’, el ‘Ataque Naval a Génova dirigido por el marqués Duquesne’,  ‘La honorable señorita Bringham’ (basado en pintura de Sir Joshua Reynolds), ‘Serena’ (de John Rapahel Smith), la ‘Catedral de Burgos’ (basada en dibujo de Villaamil), ‘Vista de la Calle Mayor y de la fuente del Buen Suceso’, ‘Vista de la Puerta del Sol y de la Casa de Correos’ y ‘Acueducto romano en Segovia’ (estas tres de una publicación de Laborde), ‘Vista de la calle Alcalá desde la plaza de Cibeles’ (de Rouargue) y ‘El padrino galante’, de la litógrafa francesa A. Bès.

Mobiliario. Destaca una lámpara de opalina blanca y metal, así como una silla y un sillón de Thonet, Grifé y Escoda (Barcelona).