La firma la semana pasada del protocolo de colaboración entre Soltec Energía y el Ayuntamiento de Toledo para agilizar la contratación y formación de 300 trabajadores que esta empresa necesita contratar para el montaje de equipos de seguimiento solar en dos plantas fotovoltaicas que se van a construir en los próximos meses en los términos municipales de Toledo y Albarreal de Tajo ha soliviantado al Grupo Cobra, propietario y promotor de ambos parque solares.
El conflicto generado entre ambas empresas es de tal magnitud que Cobra ha emitido un comunicado firmado por su director general de Instalaciones y Servicios en el que «desautoriza»el acuerdo suscrito entre su contrata y el Ayuntamiento de Toledo «ya que dicha empresa no representa» a la compañía. «La empresa suscriptora de dicho protocolo es una contrata que ocasionalmente presta servicios a Cobra, pero en ningún caso le representa y, por tanto, no está autorizada para actuar en su nombre», afirma en un duro comunicado en el que reitera que el protocolo suscrito por el director de fábrica y de Recursos Humanos en Soltec Energías Renovables, Luis Corrales, y la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, «carece de efectos por ser Cobra la única responsable sobre los derechos y las obligaciones que se desprendan de los desarrollos».
Además Cobra, que cuenta con 600 delegaciones en 70 países y emplea a 36.000 personas, recuerda que ambas infraestructuras energéticas se encuentran todavía en «proceso de tramitación administrativa y que, por tanto, aún están pendientes de la consecución de todos los permisos necesarios para empezar las obras».
Por último, la compañía del grupo de Florentino Pérez especializada en servicios y actividades de mantenimiento de redes de distribución subraya que siempre se ha caracterizado por «mantener un alto grado de colaboración con las administraciones para potenciar la industria y el empleo local y regional». Además, termina el comunicado reiterando su «disposición ante la Junta como administración competente en materia de energía».