La poesía es ritmo, belleza, magia, música, espectáculo, improvisación, actuación, y cultura, cultura de la buena, de esa que asoma la creatividad, el talento y las ganas de que el público o el lector se queden con alguna estrofa en la memoria. La ciudad acaba de celebrar este fin de semana el festival ‘To(le)do es poesía’ con mucho éxito y, sobre todo, con muchos creadores toledanos que han disfrutado ofreciendo distintas y atractivas actividades para que los toledanos disfrutaran de la poesía clásica y de otras apuestas artísticas más arriesgadas que calan bastante por su originalidad.
«Le hemos dado la vuelta al festival para visibilizar el talento toledano emergente», explica Alicia Martínez, responsable del festival y presidenta de ‘El Dorado Activismo Cultural’, con lo que el Ayuntamiento firmó recientemente un acuerdo con el colectivo, al que destinó 20.000 euros para sacar adelante este proyecto que sustituye al Festival Internacional de Poesía ‘Vox Vives’, que se celebra todos los años a primeros de septiembre con un gran respaldo y una gran plantilla de poetas y creadores internacionales.
En esta ocasión, la pandemia del coronavirus marca los tiempos, pero la cultura se resiste a confinarse y se buscó la manera de encontrar un hueco importante a la poesía en la agenda cultural con un plantel de 61 artistas toledanos, muchos de ellos poetas, músicos, actores, fotógrafos, entre otros, con el objetivo de conseguir «un diálogo entre las artes» con la poesía como protagonista de la programación.
Martínez está muy satisfecha con el resultado desde el punto de vista profesional y con la acogida del público, que ha disfrutado de las distintas actividades de manera presencial y por streaming en la página web municipal, entre otros canales. El acierto, quizá, obedezca a la mezcla de poesía clásica, de la mano de reconocidos poetas como Federico de Arce o María Antonia Ricas, y contemporánea, con la fusión de los textos y la música, con la apuesta por actuaciones que se salen de lo común para buscar la complicidad y la participación del público.
Las sensaciones han sido tan positivas, pese a la restricciones de aforos y otras medidas sanitarias, que la organizadora del festival no descarta que se programe una segunda edición de este festival el próximo año y conviva con el ‘Voix Vives’, que volverá a la ciudad el próximo septiembre con muchos artistas internacionales con ganas de mezclar sus versos con una ciudad histórica que arrastra una tradición poética muy significativa por la cantidad de poetas que han vivido o se han inspirado en sus calles.
actividades originales. La plaza de San Marcos se convirtió en un improvisado bingo el pasado viernes por la noche. El público disfrutó con la poesía y los textos de siete creadores que fueron saltando a escena mientras se jugaba una partida de bingo. Se repartieron cartones y la partida dio comienzo como una más, pero esta vez cantar línea se premió con la lectura de los poetas invitados al evento. Además, durante la actividad también se repartieron libros de la editorial toledana ‘Gato encerrado’ como regalo.
«Lo importante es que el público se involucre y participe. Hay que desacralizar la poesía porque también puede llegar a ser muy divertida», comenta Alicia Martínez, muy satisfecha con el festival y, sobre todo, con las respuesta de los toledanos, encantados con los versos de Toledo.