La segunda legislatura de Emiliano García-Page como presidente de Castilla-La Mancha, la primera con mayoría absoluta, tiene que ser la que vea avanzar al fin proyectos pendientes en Albacete desde hace años, algunos pensados e incluso presupuestados antes de que el Partido Popular alcanzara el Gobierno autonómico en 2011. Es el caso de la ampliación y reforma del Complejo Hospitalario, el proyecto más señalado.

El primer paso para el nuevo hospital es el derribo del Centro de Atención a la Salud (CAS), ya iniciado, y las instituciones albacetenses coinciden en que pedirán agilidad y estarán muy atentos a que el Gobierno de García-Page cumpla: «Nuestra prioridad es el Hospital y una sanidad de primera», explicaba para La Tribuna  Vicente Casañ, alcalde de la capital, que reclamaba «que se lleven a cabo las obras tras más de una década de incumplimientos de los gobiernos de Cospedal y Page», porque «los albaceteños no merecen seguir siendo tratados como ciudadanos de segunda. Es un compromiso que tiene que hacerse realidad durante el presente mandato». El alcalde, que hablaba también de la necesidad de ese gran espacio multiusos municipal que requiere el apoyo de la Junta, y de los colegios pendientes por construir, en particular el del barrio de Medicina, también cree necesario llevar a cabo una auditoría «para conocer el estado real de las listas de espera» en la sanidad pública, y hablaba a su vez de «la creación de una fundación pública que esté ligada al Complejo Hospitalario Universitario y esté dedicada a la investigación biomédica».