Temporeros: Santa Cruz de la Zarza regulará los alojamientos

J.M.
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El Pleno votará mañana la aprobación de la ordenanza que fija sanciones de 3.000 euros. «No puede ser en naves o en tiendas de campaña», dice el alcalde

Temporeros: Santa Cruz de la Zarza regulará los alojamientos

El Pleno municipal de Santa Cruz de la Zarza incluirá mañana en el segundo punto del orden del día la votación para la aprobación inicial de la ordenanza reguladora de los alojamientos de los temporeros durante las campañas agrícolas. El abordaje político ha coincidido con una intervención de la Guardia Civil, que informó el pasado día 12 de que investigaba a un hombre de 52 años por un delito contra los derechos de los trabajadores, quienes estaban en unas pésimas condiciones higiénico-sanitarias en esta localidad. Concretamente, en una nave.

El alcalde, Tomás Lorenzo, indicó ayer a este diario que la votación de la ordenanza en el Pleno estaba decidida antes de la intervención de la Guardia Civil porque habían sucedido hechos similares en años precedentes. «Tienen que ser alojamientos adecuados, no puede ser en naves o en tiendas de campaña», apunta el regidor.

La ordenanza que se someterá a votación obliga a informar con un mes de antelación al Ayuntamiento de las características del alojamiento, que debe cumplir con las normativas superiores. Santa Cruz de la Zarza prevé fijar unas sanciones que pueden alcanzar hasta los 3.000 euros.

Los temporeros que se alojan en Santa Cruz de la Zarza trabajan en campos localizados en poblaciones de la Comunidad de Madrid, en la vega del Tajo.

La Guardia Civil de Santa Cruz de la Zarza se percató este año de la nueva llegada de trabajadores temporeros a la localidad en el mes de mayo, hecho que se produce desde hace varios años. Se trata de personas de nacionalidad rumana que se hospedan en este municipio pero que trabajan en explotaciones agrícolas dedicadas al cultivo de ajo y cebolla en la Vega del Tajo, en localidades madrileñas como Villamanrique de Tajo, Fuentidueña de Tajo, Estremera y Colmenar de Oreja.

La investigación se centró en las condiciones de unos jornaleros que trabajaban para una empresa agrícola con sede administrativa en Las Pedroñeras, en Cuenca. Cuando los agentes comprobaron las pésimas condiciones de habitabilidad en este lugar abrieron una investigación, denominada operación ‘Ustoroi’.