La Empresa Familiar fortalece su unión en Tarancón

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El 85 por ciento de las empresas del mundo son familiares, un porcentaje que en el caso de Castilla-La Mancha asciende a casi el 95 por ciento. Reunión anual. El Hotel Ansares acoge la reunión anual de un colectivo que lleva en marcha desde 2002.

La Empresa Familiar fortalece su unión en Tarancón

Unión, fortaleza y compromiso son las señas de identidad de la Asociación de la Empresa Familiar de Castilla-La Mancha (Aefclm), como ha quedado patente en su asamblea general anual, que se ha celebrado por primera vez en la localidad conquense de Tarancón, en el auditorio del Hotel Ansares. Arrancó con un momento de silencio en recuerdo de todas las personas que han fallecido durante la crisis sanitaria. 

El 85 por ciento de las empresas del mundo son familiares, un porcentaje que en el caso de la región asciende al 94,3 por ciento. «Probablemente con la mortalidad sufrida en el último año dicho porcentaje haya aumentado, ya que las empresas familiares tenemos más capacidad de resistencia», afirmó el presidente de Aefclm, Juan Ignacio de Mesa Ruiz, que considera que esta pandemia debe de servir para llevar a cabo las reformas estructurales que necesita España, mejorar el sistema educativo y eliminar las barreras burocráticas. 

También la crisis de la Covid-19 ha demostrado que se pueden hacer las cosas de otra forma, que el teletrabajo ha venido para quedarse, las conexiones de banda ancha son imprescindibles o la digitalización fundamental, añadió, así como que «de una crisis han surgido oportunidades y hemos aprendido que si el problema se comparte es más fácil encontrar la solución». 

Junto a la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, en la clausura intervino Sonia Colomar, directora territorial de Banco Santander, que también realizó una ponencia en la asamblea sobre la recuperación en el entorno europeo de la mano de Asier González, responsable de pymes de la entidad financiera en España y director de Productos de Empresa. Banco Santander, patrocinador del evento año tras año, reiteró su vocación de ayudar a las empresas, a las que en la región ha dado más de 2.000 millones de euros desde que comenzó la crisis actual. «Hemos apoyado a más de 7.000 familias en la parte de moratorias hipotecarias, dentro de Castilla-La Mancha, hemos financiado más de 500 millones de euros en acompañamiento a la internacionalización de empresas de la región», significó Colomar.  

A la inauguración de la asamblea estuvo asistió el alcalde de Tarancón, José Manuel López Carrizo, que reivindicó a la ciudad -inmersa en la conmemoración de su centenario- como un lugar ideal «para invertir y para vivir» y puso en valor la responsabilidad social de las empresas del municipio, cuatro de ellas (Incarlopsa, Solulim, Teógenes Ruiz y Pocovi) asociadas a Aefclm. «El mayor aporte que podéis ofrecer es trabajo», dijo Carrizo.

A través de un saluda enviado en vídeo, el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, subrayó igualmente que las empresas familiares de la región aportan el 85,2 por ciento del empleo y el 75 por ciento del PIB (Producto Interior Bruto) regional. 

«Nuestro nombre está unido a nuestra empresa, estamos aferrados a la tierra donde nacemos, nos vinculamos con nuestra gente y luchamos juntos para sobrevivir cuando las cosas vienen mal porque tenemos la obligación de mantener nuestras empresas para las próximas generaciones, luchamos por el largo plazo», remarcó el presidente de la Asociación de la Empresa Familiar de Castilla-La Mancha. Este colectivo, en marcha desde 2002 y con 47 socios, comparte y amplia conocimiento, formación, negocios, y también, como demostró especialmente al inicio de la crisis, comparte preocupaciones y ayuda para tirar hacia delante en comunidad, haciendo empresas familiares más fuertes y enriqueciendo de proyectos empresariales y sociales Castilla-La Mancha. Así lo destacó la presentadora de la asamblea, Riánsares López Cortés, redactora de La Tribuna de Cuenca.  

El acto presencial de esta mañana de jueves, junto al resto de actividades que realiza, como la escuela de sucesores o el programa en las aulas, fortalecen día a día la unión de  Aefclm y la confianza que la sociedad tiene depositada en este tipo de empresas.

 

Ruiz: «Hacer propia esta oportunidad histórica depende de ustedes»

Piensan en las generaciones siguientes, gestionan mejor las crisis, tienen mecanismos de retención de talento, un elevado grado de diversificación o internacionalización, fueron, entre otras, algunas de las ventajas competitivas de la empresa familiar que resaltó ayer el economista taranconero, José Juan Ruiz, presidente del Real Instituto El Cano, durante su ponencia titulada Saliendo de la pesadilla Covid: Ahora toca volver a arremangarse. Toda una reflexión magistral plagada de sentimiento, con los valores que aprendió de niño en el supermercado de su familia, el primero que hubo en Tarancón, y de pinceladas económicas. En una apuesta por arreglar el futuro con consenso, con reformas vitales como la regulatoria y la educativa, con cercanía hizo hincapié en que «una parte de la responsabilidad de que seamos capaces de hacer propia la oportunidad histórica que tenemos delante depende de ustedes, estando con la empresa familiar estamos en buenas manos». Así lo quiso trasladar en una ponencia de la asamblea general de Aefclm donde Ruiz también abogó por recuperar el optimismo como una de las esencias de los empresarios. 

Las claves del éxito

Clemente Loriente, CEO de Incarlopsa; Victoria Plantalamor, CEO del Grupo Industrial Crimidesa; y (por streaming) Juan Ignacio Entrecanales, vicepresidente de Acciona; participaron en una mesa redonda durante la asamblea de AEFCLM donde disertaron sobre las claves del éxito de la empresa familiar. El coloquio, moderado por el profesor del IE Business School Manuel Bermejo, dejó al descubierto la importancia de la cultura del esfuerzo, la innovación y el sacrificio, así como la capacidad de adaptación, la generosidad entre socios familiares o la búsqueda de soluciones sostenibles como algunas premisas básicas.

A partir de datos como que de cada 100 nuevas empresas apenas ocho llegan al tercer año de existencia o que desde que comenzó la crisis cerca de 100.000 compañías han desaparecido, los ponentes dejaron claro que son múltiples los factores que influyen en que una empresa tenga éxito, pero que fomentar la cultura familiar en una sociedad que evoluciona a toda velocidad es uno de los pilares clave. 

«Lo más importante de las compañías son las personas y el compromiso con la empresa, los clientes, los colaboradores, los empleados, toda una corriente de solidaridad con una mirada a largo plazo en la que se trabaja no solo en el día a día sino en que la esencia de la empresa pase de generación en generación», expuso el moderador como resumen de las interesantes reflexiones que compartieron los tres ponentes. En cuanto a la pandemia, que no estaba en el mapa de riesgo de ninguna entidad o administración, valoraron el «ejercicio de responsabilidad enorme» de trabajadores y colaboradores, así como la eficacia del teletrabajo en algunos puestos determinados.